El efecto que la pospandemia dejó en la “generación sándwich” chilena

El efecto que la pospandemia dejó en la “generación sándwich” chilena

Durante años, el término “generación sándwich” se ha implementado para referirse al grupo de personas que cuidan de manera simultánea a sus padres e hijos. Tras la pandemia, este grupo quedó aún más expuesto a una rutina agitada y tuvo que adaptarse a nuevas formas de vida. ¿Cómo lo hacen hoy?

Por: Trinidad Riobó Maturana @trinidadriobo

Edición: Sofía Campos @sofiacamposh

 

“Me levanto a las cinco de la mañana y paso a ver a mi hijo a la casa de mis papás porque le cuesta mucho levantarse. Un cuarto para las siete de la mañana estoy en el colegio del que soy directora y como estamos con un problema grave de personal, lo abro yo. Al mediodía tengo que ir a buscar a mi hija al colegio o tengo que llevar a mis papás al doctor. Estoy en el colegio hasta como las cinco, cinco y media, si es que no me sale una reunión. De ahí paso a la casa de mis papás, les compro pan, los acompaño y voy a la farmacia. Después de todo eso, recién llego a mi casa”.        

Cecilia Rebolledo (en el medio), junto a sus hijos.

Este es un día normal para Cecilia Rebolledo (51), directora del colegio Abraham Lincoln de San Bernardo y quien está a cargo del cuidado de sus dos hijos y sus padres. Su hija menor, de 17 años, todavía está en el colegio y su hijo mayor, Sebastián, de 27, padece trastorno bipolar de grado uno desde los 18. Él vive con sus abuelos maternos para acompañarlos durante la noche ante cualquier eventualidad. El padre de Cecilia, con 75 años, tiene Parkinson e inicios de demencia senil, mientras que su madre, con 74, tiene diabetes y problemas respiratorios. ​​“De tener dos hijos ahora tengo cuatro, ya no pueden vivir solos 100% y hay que estar pendiente todo el día”, agrega Cecilia.                                           

El término “generación sándwich” fue empleado por primera vez por la trabajadora social estadounidense Dorothy A. Miller en el artículo “The ‘sandwich’ generation: adult children of the aging” en 1981 y sigue vigente hasta el día de hoy Quienes conforman este grupo son las personas entre los 45 y 60 años que cuidan a sus padres e hijos. “Son los hijos adultos de los ancianos que están ‘en un emparedado’ entre sus padres ancianos y sus propios hijos en proceso de maduración, estando sujetos a una gran cantidad de estrés”, menciona Miller en su publicación. 

También suele denominarse como “la generación del medio” porque está efectivamente ubicada en la mitad y tiene una doble obligación generacional: la población ascendente y descendente.

Aun así, el tema no es tanto la edad de los responsables de sus familiares, sino las consecuencias del rol que ejercen que repercuten en ellos. Según los expertos, el trabajo, el estrés, el aumento de la esperanza de vida y la postergación de las nuevas generaciones son algunos de los factores que influyen en la calidad de vida de este grupo.

Si bien las definiciones contemplan tanto a hombres como mujeres, la realidad actual, asegura Beatriz Fernández, socióloga de la Universidad Católica e investigadora asociada del Instituto Milenio Micare, centro que estudia el cuidado y acompañamiento de personas mayores, personas con discapacidad intelectual y del desarrollo de sus cuidadoras y cuidadores desde todas sus aristas, asegura que son las mujeres quienes asumen la responsabilidad del cuidado. “Debemos evitar eufemismos, finalmente la generación sándwich se compone particularmente por mujeres. Es importante tenerlo en consideración para evaluar las consecuencias del fenómeno”, dice. 

El aumento de la esperanza de vida en la población, postergación de la maternidad y la inserción laboral de las mujeres son tres de los principales factores que han hecho evolucionar la concepción de este grupo. 

En primer lugar, explica Fernández, hay una “transición demográfica hacia un país cada vez más envejecido en donde no todas las personas mayores son dependientes, pero sin duda mientras más años se vive, más probabilidades hay de finalmente tener algún problema de salud y empezar a tener dependencias funcionales”.

Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la Esperanza de Vida al Nacer (EVN) de los chilenos se ha “triplicado producto de la implementación de políticas de salud pública, la disminución y posterior erradicación de la desnutrición infantil, el aumento del nivel de escolaridad y la universalización de la educación, el incremento en la calidad de vida de la población y la reducción de la mortalidad infantil, entre otros factores”.

A lo anterior, se le suma el hecho de que las mujeres han aplazado la maternidad, teniendo hijos cada vez más tarde. Las generaciones suelen toparse durante un periodo de tiempo mayor, produciendo una doble responsabilidad. “Al haber una tendencia de tener hijos en edades más avanzadas, se genera un encuentro entre la crianza de los hijos junto a los padres que además van a vivir más años. Te topas con esa disyuntiva de necesidades”, agrega la socióloga. 

En Chile la proporción de mujeres que trabajan remuneradamente todavía es baja. “Con la pandemia disminuyeron y hoy día se recuperó, pero estamos hablando del 50%; solo una de cada dos mujeres”, enfatiza la investigadora y socióloga. Según el informe “Igualdad de género en Chile: Hacia una mejor distribución del trabajo remunerado y no remunerado”de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) la tasa de empleo femenino es de un 53,3%, siendo casi 20 puntos porcentuales más baja que la masculina. Los desafíos de la inserción de las mujeres en el mundo laboral siguen vigentes y la situación no se hace más fácil considerando el trabajo que significa el cuidado de otros miembros familiares. 

 

Un nuevo ingrediente: Lo que dejó el COVID-19

Con la llegada de la pandemia, la situación de las cuidadoras se hizo más evidente, puesto a que todos los ámbitos de sus vidas estaban concentrados en un mismo lugar: sus casas. La socióloga Beatriz Fernández explica que lo que sucedió con las mujeres cuidadoras fue que se contrajeron exclusivamente al ámbito doméstico, especialmente las que trabajaban. “La pandemia eliminó todas las posibilidades de apoyo desde el sistema educativo, de mandar a los niños al colegio, al jardín, o que alguien externo viniera a apoyarte. Y además no había división de tiempo ni espacio, sino que estás ahí todo el día en la casa tratando de hacer todo. Y eso efectivamente agudizó o creó problemas de salud mental en muchas mujeres”, explica la socióloga e investigadora.

Nicole Cazenave con su padre. Santiago, 2020.

En 2020, con el decreto del confinamiento, Nicole Cazenave (49), debió trasladar a su padre de 81 años desde su campo en Taulemu, en la región de O’Higgins, a vivir con ella, sus dos hijas universitarias y su marido en Santiago. “La rutina era súper difícil porque el departamento era chico y cada uno estaba en su mundo. Mi papá echaba de menos el campo y despertaba todos los días desorientado. Mis otras dos hijas estaban con sus cosas de la universidad y mi marido salía a trabajar, lo que me tenía histérica porque todos los días tenía miedo de que mi papá se contagiara”.

Tras seis meses viviendo con su padre bajo su cuidado, con su demencia y condición física empeorando, Cazenave y toda la familia se contagió de COVID-19. “No me preguntes por qué, pero supe que esa semana sería la última. Nos sentíamos todos muy mal, pero estábamos todos preocupados por él”, comenta Nicole. “Mi papá se fue tranquilo mientras dormía, pero el golpe fue aún más duro porque de alguna manera u otra, ya lo habíamos integrado a la dinámica familiar cotidiana”.

Ser parte de la generación de mujeres que cumplen con todas las exigencias que requiere el cuidado de dos generaciones, sumado a una creciente inserción laboral, no es fácil. Para muchas, incluso, no existe una manera de hacerlo todo al mismo tiempo, y deben acudir a redes de apoyo. 

María Angélica Regueira es psicóloga familiar hace más de 25 años y actualmente es parte de la red de psicólogos Centro Luminus, centro de derivación psicológica según las necesidades especiales de cada paciente y con distintos estilos de psicoterapia..  Trabaja con familias completas abarcando el ámbito emocional y mental interviniendo transversalmente. Ella enfatiza en que la aceptación de las emociones y sentimientos es una parte fundamental del proceso de cuidado y del hacerse responsable de otros miembros familiares. “Si las emociones no son integradas, si no son elaboradas y discriminadas, en con qué me quedo y con qué no, terminan actuando por sí mismas, más allá de mi voluntad consciente. Y eso, finalmente, en el futuro va generando repercusiones negativas, se instauran patrones distintos, para los hijos y para la descendencia posterior”, dice.

A los 55 años, Guadalupe Rodríguez es directora de un jardín infantil en Las Condes. Es casada, tiene cinco hijos y cinco nietos y cuida de sus padres. “Es difícil compatibilizarlo todo, hago un tetris para organizarme. Siempre está el sueño de tener tiempo para hacer cualquier otra cosa que no sea lo que demanda una familia, pero no es que sea atroz. Estoy feliz, es parte de mi vida. Lo vivo de ese modo y me apoyo en mi familia. En la pandemia tuvimos que aprender a trabajar en equipo y hasta hoy, es lo que más me ayuda”, comenta Guadalupe. 

Por su parte, Fernández, enfatiza en el importante rol que cumple la contención de otros. “Es crucial el rol del entorno. Empezar a cuidar va a generar cambios relevantes sobre cómo hablamos, en tu tiempo, tus recursos, tus redes, etcétera. Pero claramente si tienes una red de contención, llámese pareja, hermano, vecinos, amigos, pensando como la red más informal, por supuesto que vas a poder tener mayor capacidad de resiliencia y que tus síntomas ansiosos y depresivos no gatillen finalmente problemas de salud más profundos”, agrega.

 

Trinidad Riobó es estudiante de periodismo de tercer año en la Facultad de Comunicaciones de la UC. Actualmente es Secretaria General del CECOM, ha participado en distintos programas de Radio UC y es actual editora de la revista KMCero. 

Los influencers que combaten la falta de educación financiera en chile

 

Un estudio del Depósito Central de Valores (DCV) junto a Cadem dio a conocer que un 42 % de los chilenos tiene un nivel bajo de conocimiento financiero; 37 % intermedio y 21 % alto. Frente a esta falta de educación financiera, tres jóvenes influencers se encargan de instruir a sus seguidores en estos temas y tienen gran popularidad: todos cuentan con más de 100 mil seguidores y cada video publicado supera las 10 mil reproducciones.

Por Gabriela Valdés @gabrielaavaldess

Edición Sofía Campos @sofiacamposh y Catalina Butrón @catabutron

“Si gastas más de lo que ganas, ¿cómo vas a ahorrar? No hay bolsillo que resista sin planificar, el gasto hormiga te puede matar, las compras sin control te pueden desangrar, yo ahorro y ahorro por mis sueños (…) Con Peras y Finanzas ya no me siguen los de cobranza”. Así comienza la letra de la primera canción financiera creada por Francisco Ackermann (35), publicada a través de un video que actualmente cuenta con 118 mil reproducciones en Instagram.

Ackermann es ingeniero comercial y hoy se dedica a la industria de las finanzas personales e inversiones como influencer financiero. Actualmente, posee 401 mil seguidores en Instagram (@francisco.ackermann). 

Comenzó a crear este tipo de contenido luego de darse cuenta de que “estaba cayendo en un hoyo financiero”: “En 2020 empecé a trabajar muy duro, me estaba yendo muy bien en mi carrera. Estaba con un sueldo bastante grande como gerente de un emprendimiento que ya había crecido, y yo seguía metiéndome en deudas y a hacer más caro mi estilo de vida. En vez de ponerme a ahorrar, crecer financieramente y tener algún otro tipo de objetivo”. 

Luego de leer Neurona Financiera de Rodrigo Álvarez, influencer y podcaster de educación financiera en Uruguay (@neuronafinanciera), “en tres meses logré ahorrar mensualmente, y ahí dije: ‘heavy, el impacto que tiene esta gente’. Yo le mandé agradecimientos y me motivó a decidir que yo también quería hacer lo mismo. Me dije ‘yo tengo mucho conocimiento en el mundo inmobiliario. ¿Por qué no lo entrego de forma desinteresada, gratuita, a través de alguna plataforma?’. En este caso lo hice a través de un podcast y eso fue el inicio de cómo crear el contenido”. 

Con Peras y finanzas es el nombre del podcast que actualmente (y sumado a la reproducción de los videos de Instagram) llega a 7 millones de personas, según un aproximado entregado por el mismo Ackermann. Además de eso, es el autor del libro que lleva el mismo nombre, que se convirtió en best seller en Chile y al primer mes de lanzamiento fue número uno en las principales librerías del país. 


Imagen: Francisco Ackermann (@francisco.ackermann en Instagram) creador del podcast “Con Peras y Finanzas” y autor del libro del mismo nombre.

Su caso no es el único. Una serie de influencers ha emergido para hacerse cargo del alto desconocimiento financiero por parte de los chilenos y explicar en “fácil” temas como la inflación y por qué es importante cuidar las finanzas personales. Pero, ¿cuáles son sus motivaciones? ¿Qué los inspiró? ¿Realmente ayudan a los chilenos? ¿Cuál es la razón de su popularidad?

El Depósito Central de Valores (DCV) junto con Cadem lanzaron en noviembre de 2022 un Estudio de Educación Financiera conocido como Índice de Conocimiento Financiero (ICF), que evidenció un alto desconocimiento financiero por parte de los chilenos. Reportó que un 42 % de los chilenos tiene un nivel bajo de conocimiento financiero; 37 % intermedio y 21 % alto. 

Junto con esto, los resultados del Estudio de alfabetización y comportamiento financiero en Chile realizado en 2017 por el Centro de Políticas Públicas UC, concluyen que solo aquellos con nivel socioeconómico (NSE) alto superan la nota 4,0, evaluación muy distante del 2,9 que alcanzaron los entrevistados con NSE bajo.

Por otro lado, existe una gran diferencia en cuanto a lo que se conoce como alfabetización financiera entre mujeres y hombres. Estos últimos alcanzaron un promedio de conocimiento de 3.1, mientras que las mujeres solo alcanzaron un 2.6. 

En cuanto a los comportamientos financieros, el estudio demostró que los hombres se desenvuelven mejor que las mujeres. Por ejemplo, en temas de endeudamiento, el 30% de los hombres están en esta situación, versus un 41% en el caso del género femenino.  

Según el Informe Educación financiera en Chile: Diagnóstico e iniciativas de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras de Chile (ABIF), el nivel de educación financiera de los chilenos es bajo. Este resultado se obtuvo luego de comparar el desempeño de mayores de 18 años en tres preguntas que buscaban medir el nivel de alfabetización financiera. En una muestra de 26 países desarrollados y emergentes, Chile se ubicó por debajo de otros países de la región. En particular, solo un 40 % contestó correctamente una pregunta que busca medir la comprensión del concepto de inflación.

Un reflejo de esto son los datos entregados por el Boletín Estadístico de abril del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en donde por primera vez en 13 meses la inflación muestra signos de moderación, alcanzando un número por debajo de los dos dígitos, un 9,9 %. Sin embargo, el 47 % de los chilenos aún cree que el país está en recesión, esto según datos entregados por Ipsos


Chile se ubicó dentro de los cinco países con menor comprensión del concepto inflación. Datos entregados por el Informe Educación financiera en Chile: Diagnóstico e iniciativas. Elaboración propia.

César Valencia, experto en economía con un Diplomado en Inversiones y Mercados Financieros de la Universidad de Chile (UCH), comenta que la educación financiera “tiene que ver con las cosas más básicas del manejo del dinero. Por ejemplo, manejar un presupuesto, tanto individual como familiar, poder manejar el dinero en términos de administrar y saber ahorrar. Lo otro tiene que ver con cómo funciona el mercado financiero, tasas de interés, tarjetas de crédito, tarjetas de bancos comerciales, crédito hipotecario, crédito de consumo, etcétera”.

Según Valencia la falta de formación en los colegios acerca del tema y la dificultad de ahorrar para aquellas personas que ganan el sueldo mínimo son los principales factores de que exista un desinterés por la educación financiera. Otro elemento es el complicado lenguaje que utilizan los organismos especializados para informar sobre cuestiones financieras. “(A veces) las mismas instituciones tratan de complejizar términos que la verdad no deberían ser tan enredados, y que cualquier persona independiente que no tenga conocimiento en esto, lo pueda entender”, agrega.

Este es el caso de Constanza Macías (21), estudiante de Ingeniería Comercial de la UC, quien confiesa que, a pesar de estudiar algo relacionado con finanzas, “es un lenguaje muy difícil de entender, por eso comencé a seguir influencers en Instagram que explicaran en palabras simples y me ayudaran a ahorrar. Necesitaba a alguien que me enseñara de forma sencilla. Me gusta mucho el contenido que sube ‘Economina’ y siento que he aprendido con ella”.

Javiera Quiroga (35) es una periodista con más de diez años de trayectoria en la industria financiera y gerente general de la plataforma de educación financiera que lleva por nombre “Economina” (derivado de un juego de palabras entre economía y mina) y que actualmente cuenta con más de 188 mil seguidores en Instagram (@economina_cl). Al igual que Ackermann es autora de un libro, el cual salió a la venta en junio de este año y lleva por nombre Hablemos de Plata. Este se convirtió en best seller en Chile y su lanzamiento contó con la presencia del ministro de Hacienda Mario Marcel. Según la descripción del libro de la editorial Penguin, Quiroga “explica de manera simple, pero efectiva, los conceptos más importantes que debemos entender para invertir nuestro dinero, especialmente en tiempos de crisis”.

Quiroga cuenta que la idea de explicar en fácil temas financieros fue algo que mantuvo en la cabeza durante muchos años: “Siempre tuve la intención de hacer algo al ver que mis pares no entendían cosas muy importantes de la coyuntura económica de Chile. (Quise) hacer un lugar que explicara los mismos temas, pero de forma más coloquial, más amigable, que invite a aprender, que invite a informarse”.


Imagen: Javiera Quiroga (@economina_cl en Instagram), autora del libro “Hablemos de Plata”.

Romina Capetillo (35), Co-fundadora en @FinanFest, el primer festival de educación financiera en Chile,  quien actualmente cuenta con más de 135 mil seguidores en Instagram (@romicapetillo), es otra influencer dedicada a crear contenido sobre educación financiera en redes sociales, además de realizar cursos, talleres, charlas relacionadas y ser autora del libro Del desorden al orden, el cual salió a la venta el pasado 1 de julio. 

Capetillo comenzó a ayudar mediante las redes sociales gracias a una situación parecida a la de Ackermann. Romina narra que “esto partió de una experiencia personal, en donde yo llegué a deber hasta 40 veces mi ingreso. Salir de esa crisis financiera me tomó cerca de cinco años”. En ese proceso de salir de las deudas “encontraba que toda la información relacionada  a la educación financiera era muy técnica y poco amigable para una persona común y corriente como yo. Entonces me di cuenta también trabajando en el mercado financiero, que había una brecha en cómo se entregaba la información”.


Imagen: Romina Capetillo (@romicapetillo en Instagram), autora del libro “Del desorden al orden”.

En palabras de Ackermann, “la educación financiera existe hace mucho tiempo y está disponible. Uno puede buscar en YouTube, puede buscar en muchos lados, pero el tema es que en general es muy compleja o con un lenguaje que las personas no entienden, y se frustran”.

Acercando la información

“Somos uno de los grandes referentes hoy día en Chile, al menos”, dice Quiroga, añadiendo que, si bien las redes sociales conllevan odio, su comunidad recibe de buena manera su contenido: “Cuando mis cosas se masifican, van y se la muestran a muchísima gente más. Es puro amor y casi cero odio”. 

Según Capetillo, “las personas agradecen bastante el contenido. Yo diría que, de 100 comentarios, la verdad que 98 son positivos”. Es por eso, que la principal motivación de estos nuevos referentes en materia financiera es ayudar.

Francisco Ackermann señala que tiene “un objetivo claro y todavía no lo logro. Estamos en camino a ayudar a 100 millones de personas en Latinoamérica. Hoy día te diría que en promedio me están viendo unos 7 millones de personas, entonces el trecho que me queda es bastante alto todavía”.

Por otro lado, Romina dice que la motiva “poder seguir acercándome a más personas, saber que con tan solo un video una persona después me escribe y me dice: ‘Romi, logré ahorrar mis primeras diez lucas, para mí es bacán, de verdad siento que ese granito de arena que estoy entregando todos los días da resultado”.

La popularidad y éxito que han alcanzado estos influencers tiene que ver en gran medida con el hecho de referirse a un público más joven en palabras más simples: “Estamos cambiando un chip en distintas generaciones, la mayor cantidad de mensajes que me llegan son de jóvenes, que están invirtiendo pensando en su jubilación. Entonces, si uno logra hacer eso desde edades tempranas, cambiaste el mundo literalmente”, añade Quiroga.      

 

Sobre la autora: Gabriela Valdés es estudiante de Periodismo de cuarto año en la Facultad de Comunicaciones UC (FCOM-UC). Anteriormente, ha realizado trabajos de edición, producción y conducción en radio, y también ha publicado en el medio universitario kmcero. En la actualidad, es la programadora musical de Radio UC.

Barbie: Cinco razones por las que no hay que perderse esta película

La adaptación de Barbie a la vida real es, sin duda, uno de los estrenos más esperados del año. Son varios los elementos del filme que lo convierten en un imperdible durante estas vacaciones. Aquí, cinco razones para verla.

Por Mattias Sandoval Gatica (@mattibenja)

⏰ 6 minutos de lectura

1) Es “Barbie”

Desde su creación, en 1959, la muñeca Barbie se ha convertido en un ícono para la cultura pop y se estima que cada minuto se venden 100 de estas muñecas alrededor del mundo. Actualmente, la empresa logra generar ingresos brutos de aproximadamente 1.500 millones de dólares anuales por su venta.

La figura de la muñeca fue pensada en base a los tradicionales estereotipos y cánones de belleza occidental femenina: alta, rubia, delgada y de piel blanca. Su creadora, la norteamericana Ruth Handler, recibió muchas críticas en un principio, principalmente por romper con la tradición que primaba entonces: era el primer juguete para niñas que no era un bebé.

Barbie también llamó mucho la atención al presentarse como una mujer sola e independiente, con sus atuendos, autos y hasta su propia casa, algo que, para la década de los sesenta, era impensado. A pesar de que luego se introdujo a Ken como el novio de Barbie, en el universo de esta muñeca, ella termina con él y nunca logran casarse. Un aspecto que la película pretende profundizar.

Al pasar de los años, Barbie comenzó a recibir otras críticas. La muñeca más vendida del mundo representaba y replicaba un solo canon y estereotipo de belleza que distaba de sus principales usuarias.

Con el tiempo, la marca Mattel ha empezado a incluir diversidad y entender la importancia de la representación en sus muñecas. Su línea “Barbie Fashionista” ha introducido muñecas con diferentes cuerpos, tonos de piel, ojos, rasgos, entre otros. Inclusive, en abril de este año, Mattel lanzó su primera Barbie con síndrome de down. La empresa dijo públicamente que buscaba que todas las niñas y niños lograran verse reflejados en sus juguetes.

2) Greta Gerwig en la dirección

“Barbie” es el tercer largometraje en el que Greta Gerwig saca sus dotes de dirección. Anteriormente la cineasta ha estado a cargo de las cintas “Lady Bird” (2017) y “Mujercitas” (2019) con las que obtuvo nominaciones a los Premios Oscar, y se posicionó como una de las directoras femeninas más importantes del último tiempo.

Desde la comedia, Gerwig pretende realizar “un homenaje a la marca y, al mismo tiempo, una sátira: un comentario increíble sobre el patriarcado y las mujeres en la sociedad, y por qué se critica a Barbie mientras todas las niñas siguen queriendo jugar con Barbie”, señaló en conversación con Dua Lipa en su podcast At Your Service.

El filme sigue la historia de Barbie, interpretada por Margot Robbie, quien vive en Barbie Land, un lugar en donde residen todos los personajes de este universo, y donde cada una de ellas “puede ser lo que quiera ser”. En esta construcción ficticia cada muñeca tiene un rol diferente en la sociedad, donde es muy común ver a las mujeres en los puestos de poder (como la “Barbie presidenta”). Y donde los Ken… son solo Ken.

Sin embargo, la vida de Barbie empieza a sufrir algunos cambios repentinos, por lo que tendrá que emprender un viaje al “mundo real” para hallar su verdadera felicidad. ¿Se encontrará Barbie con la misma cantidad de mujeres en los puestos de poder como en su tierra natal?

3) El icónico cast

Otro de los elementos por los que destaca esta película es por quienes conforman el reparto. Margot Robbie (Harley Quinn) y Ryan Gosling (The Driver) toman los papeles principales dándole vida a Barbie y Ken respectivamente.

En el “mundo real” veremos personajes interpretados por America Ferrera (Cómo entrenar a tu dragón), Connor Swindells (Sex Education) y Will Ferrel (Zoolander). Este último hace una divertida actuación el CEO de Mattel. Por otra parte, “Barbie Land” está llena de Barbies y Kens representados por Kate McKinnon, Issa Rae, Emma Mackey, Simu Liu, la cantante Dua Lipa, entre muchos otros.

El cast de la película Barbie en la premiere de Los Ángeles. Créditos: People

El pasado 9 de julio se realizó la premiere de “Barbie” en Los Ángeles, ocasión en la que los miembros de la película desfilaron en una peculiar alfombra rosa. Luego de la función, varios tomaron las redes sociales para manifestar sus opiniones sobre la película.

Los comentarios destacaron, entre otras cosas, al elenco “(…) La actuación de Margot Robbie es genial y Ryan Gosling y Simu Liu son puro entretenimiento. ¡Todo el reparto es brillante!”, señaló Joseph Deckelmeier del medio estadounidense Screen Rant. Por su parte, Katcy Stephan, editora del medio Variety, expresó que “(…) Todo el reparto brilla, especialmente Margot Robbie y Ryan Gosling en papeles para los que claramente nacieron”.

4) La “pinky” estética

La película también retrata muy bien todos los detalles estéticos que están ligados al mundo de la muñeca. En Barbie Land, la protagonista vive en su “casa de ensueño”, la cual tiene toboganes y habitaciones donde conviven diferentes Barbies, al igual que en los juguetes.

La estética general de Barbie Land está inspirada en varios elementos retro. Muchos de ellos se remontan a la década de los cincuenta, cuando fue creada la primera Barbie. Este tributo a la época se puede evidenciar en los diferentes peinados y trajes de la muñeca: melena explosiva con toda la vibra disco, diferentes colas de caballo que van jugando con el volumen del cabello. Asimismo, vestidos a cuadrillé y las faldas en forma de plato reinan en las calles, y hasta una versión a los 70’s (y obviamente rosa) del emblemático vestido de Dorothy de “El Mago de Oz” (1939) se luce en escena.

Los guiños continúan con un clásico Corvette descapotable color rosa, el cual está inspirado en uno de los primeros autos que se empezaron a vender como accesorio para la muñeca Barbie y el Art Déco de las fuentes de soda.

Set de la película Barbie. Créditos: Architectural Digest.

El rosa es el color que prima en el set (y cómo no va a serlo ¡es Barbie!). Según explica la misma directora al medio Architectural Digest, el set de Barbie Land “es el resultado de muchas referencias y discusiones. No podría señalar cuántas reuniones tuvimos para hablar del rosa (…) acerca de ¿qué es el rosa y cómo interactúa este color? Porque no quería que el resultado fuera el clásico color rosado”, menciona Gerwig.

5) Un soundtrack lleno de estrellas

La película tiene una banda sonora integrada por artistas de renombre mundial como Dua Lipa, Karol G, Billie Eilish, Charli XCX, entre otros. A cargo del DJ y productor musical Mark Ronson, está marcada por los diferentes géneros musicales que se presentan a lo largo de este álbum como el pop, rap, reguetón, indie-rock, entre otros.

El single principal es “Dance The Night Away” de la cantante británica Dua Lipa, quien además tiene una pequeña participación dentro de la película interpretando a varias Barbies sirena. Una canción que retoma la onda disco de los setenta y ochenta pero que logra mantener una sensación actual gracias a la voz de Dua.

https://www.youtube.com/watch?v=OiC1rgCPmUQ

El actor Ryan Gosling también aparece en la banda sonora con la canción “I’m Just Ken”, la cual pretende mostrar el lado más sentimental de este muñeco con una interpretación audiovisual muy hilarante.

Por otra parte, la polémica y reconocida canción “Barbie Girl”, del grupo danés AQUA, también marca su aparición en este soundtrack. Pero esto de una forma muy peculiar, sirviendo como la base para la canción “Barbie World”, en donde las raperas más exitosas del momento, Nicki Minaj y Ice Spice, logran elaborar varias rimas con referencias al mundo Barbie.

https://www.youtube.com/watch?v=CUj2AWEJnwQ

Cabe destacar que la canción “Barbie Girl” del grupo AQUA fue la razón por la cual la empresa Mattel demandó a la discográfica MCA (sello musical de la agrupación) señalando que la canción violaba la marca de Barbie y sexualizaba a la muñeca con la letra. Las discusiones legales se extendieron hasta 2003. Ese año el Tribunal Supremo de Estados Unidos falló en contra de Mattel señalando que AQUA no le faltó el respeto a la marca registrada de Barbie.

Por último, la artista Billie Eilish es la encargada de entregar la cuota de emoción al soundtrack. Mostrando una dimensión mucho más profunda y sentimental de la muñeca con su canción “What Was I Made For?”, la que lleva a Barbie a realizar una introspección inesperada.

Ecoansiedad: El nuevo factor para no traer hijos al mundo

Ecoansiedad: El nuevo factor para no traer hijos al mundo

Desde hace un tiempo la crisis climática tiene consecuencias observables en Chile y el mundo. A pesar de que hoy no existe mucha documentación científica, los expertos aseguran que el fenómeno también ha tenido un silencioso impacto en jóvenes, sobre todo mujeres, que han decidido rechazar la maternidad debido a la ansiedad y a la angustia que les provoca traer niños a un mundo amenazado por el cambio climático.

Por Josefina Arntz San Miguel (@josefinarntz)

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Camila Urrea tiene 33 años y la maternidad no está en su imaginario. Según las estadísticas vitales del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en 2017, la mayor cantidad de niños o niñas nacidos ese año tuvo madres de edades que fluctuaban entre los 20 y 34 años. Urrea, sin embargo, declara que nunca se ha visualizado como mamá. “A medida que fui creciendo, fui viendo las condiciones actuales de nuestro país y a nivel global”, afirma. Por condiciones actuales, Urrea se refiere a la crisis hídrica, el consumismo humano excesivo y la basura que se acumula en vertederos.

La evidencia dice que son cada vez más las mujeres que no quieren tener hijos. Un estudio de la Universidad de Southampton, en Inglaterra, revela que en los países desarrollados, entre un quinto y un tercio de las mujeres no estaban seguras de querer tener hijos. En Chile, si en 2012 se contaron 243.635 nacimientos, la cifra en 2022 fue de 198.583 a partir de los datos del INE y Registro Civil. Esto implica una caída del 18,5%.

El embarazo adolescente también ha tenido una drástica caída en los últimos años (una baja del 60% entre el 2008 y 2018 según el INJUV), lo que para expertos en la materia refleja resultados positivos de programas de educación sexual y divulgación. No obstante, sí existe una tendencia de mujeres jóvenes que están rechazando la maternidad para no contribuir a la crisis climática y la angustia que implica su desarrollo. La discusión ha llegado a medios como The New York Times, que en artículos, columnas de opinión y diversas cartas han dado espacio a la mirada de mujeres jóvenes cuestionando si es ético o no traer un niño a un planeta en calentamiento.

Un artículo de The Washington Post cita un estudio que expone que “cerca del 60% (de los encuestados) le dijo a los investigadores que se sentían «muy» o «extremadamente» preocupados por el cambio climático”. Más de la mitad temía que la seguridad de su familia se viera amenazada en un futuro cercano, y casi cuatro de cada diez dijeron que «dudan en tener hijos»”. “Ver cómo se encuentra el planeta, lo que le estamos dejando a las futuras generaciones y la crisis hídrica de nuestro país deja muy pocas ganas de traer a la persona que más voy a querer a vivir en un planeta poco seguro”, explica Urrea.

El concepto de “ecoansiedad” fue acuñado por primera vez en 2017 por la Asociación Estadounidense de Psicología (APA) como “el temor crónico a sufrir un cataclismo ambiental que se produce al observar el impacto aparentemente irrevocable del cambio climático y la preocupación asociada por el futuro de una mismo y de las próximas generaciones”.

Camilla Gamba es psicoterapeuta de Climate Psychology Alliance, organización global que aborda los impactos psicológicos y emocionales del cambio climático, y es especialista en ecoansiedad, incluso hace talleres de trabajo dirigidos al diálogo y aprendizaje de la ecopsicología, que consiste en la recuperación unitaria entre la persona y su entorno.

Ella explica que la ecoansiedad no es un diagnóstico, sino un término coloquial. “La ecoansiedad viene de cualquier preocupación del medioambiente en general. Puede ser porque los bosques están siendo talados o porque los peces están muriendo”, explica.

Rodolfo Sapiains, psicólogo, académico del Departamento de Psicología de la Universidad de Chile e investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR), define la ecoansiedad como “miedo crónico al desastre ambiental: las ansiedades son miedo a cosas que no han ocurrido pero que crees que pueden ocurrir”, y afirma que el cambio climático podría estar afectando las decisiones reproductivas de algunas personas, a pesar de que en Chile no haya documentación de peso al respecto.

Dana Gross (26) es guardaparques de CONAF y tampoco quiere ser madre, principalmente por la sobrepoblación del planeta. “Va de la mano con el modelo económico que tenemos hoy en día. El consumismo hace que la huella de carbono de una persona sea enorme”, señala.

En sus talleres, la psicoterapeuta Camilla Gamba ha escuchado este argumento de manera recurrente y explica que hay tres razones por la que una persona que sufre ansiedad climática no querría tener hijos; primero, la huella de carbono que deja una persona en la tierra; segundo, el problema de la sobrepoblación; y las condiciones de vida que deja el aumento de la temperatura mundial y los cambios en el clima que implican.

Antonia Iglesias (23), historiadora, señala que las emociones que más le evoca el cambio climático son rabia y desesperanza. “Procrear en un mundo que está en las últimas es muy egoísta. Hay una confianza ciega en el futuro”, afirma. Estos sentimientos, a la larga, pueden implicar una “ecoparálisis”, un estado de inacción y desesperanza, según Gamba.

Este es uno de los varios términos asociados a la salud mental y el cambio climático (está “ecoduelo”, “solastalgia”, “ecodepresión”). Sapiains explica que esta es una sensación relacionada al miedo del desastre ambiental. “La lógica del miedo es: o te escapas, o te paralizas”, dice. Sucede cuando algo sobrepasa a alguien y está por sobre lo que puede controlar y entender, agrega.

La ecoparálisis, explica Gamba, puede llevar a la sensación de que cualquier acción individual es insignificante frente a los grandes problemas ambientales y, por lo tanto, algunas mujeres pueden sentir que no pueden contribuir de manera significativa a un futuro más sostenible. Esta preocupación puede ser particularmente aguda para las mujeres que son más conscientes de los impactos ambientales de los procesos de reproducción.

La ecoansiedad tiene altas probabilidades de generalizarse en las nuevas generaciones. De acuerdo con Sapiains, esto es porque “están recibiendo información muy negativa, y eso está teniendo repercusiones que hay que empezar a mirar”.

Para algunas personas tomar acciones funciona como un medio para aliviar estrés. Sobre esto Gamba comenta que “tus acciones no van a cambiar nada, los cambios deben darse desde arriba. Tener esto en cuenta quita la mitad del peso del mundo de tus hombros, tener un hijo no cambiará el curso del cambio climático”, dice. Además agrega que una dosis de estrés y angustia climática puede funcionar como inspiración, “pero su exceso pasa a ser un problema de salud pública”, finaliza.

Para Sapiains el primer paso para enfrentar la ecoansiedad es aceptar el temor e intranquilidad, luego asumir que no se es la única persona así. “Lo que más ayuda es juntarse con personas que comparten esas mismas emociones”, dice. También es importante tomar acciones, aunque sean a escala local. “En Chile hay muchas cosas que hacer, no hay que ir a salvar un bosque a una zona extrema. Está tu casa, tu barrio, tu universidad, tu lugar de trabajo”, concluye.

Glosario
Ecoduelo:
Dolor emocional que se siente por la pérdida o la degradación del medio ambiente. Presente en generaciones más adultas.

Solastalgia: se refiere específicamente a la angustia causada por la crisis ambiental.

Ecodepresión: Estado emocional de tipo depresivo cuya causa son los pensamientos asociados a las consecuencias del cambio climático.

Josefina Arntz es estudiante de Periodismo de cuarto año en la FCOM-UC. Ha realizado trabajos de investigación periodística, edición, prensa escrita y radio. En la revista Kilómetro Cero es editora de Sustentabilidad.