FOTO: Marcelo Endelli

El primero de los tres conciertos de la gira The Eras Tour que la cantante dio en el estadio Monumental River Plate paralizó a la capital de Argentina. Miles de swifties llegaron con outfits que imitaban los de la cantante y friendship bracelets que se instauraron con la gira entre los seguidores. Este es el registro de la primera noche de su presentación.

Por: Trinidad Riobó @trinidadriobo

Cae la tarde del jueves 9 de noviembre en Buenos Aires, la capital de Argentina. Tres cuadras en el Barrio Belgrano dentro del radio del estadio River Plate se encuentran con las calles cerradas. Cientos de policías rodean uno de los más grandes complejos deportivos de América Latina que ha sido escenario de eventos culturales de gran envergadura en su historia. Tal como el de hoy, en el que la cantante estadounidense Taylor Swift, una de las artistas actuales más exitosas de la industria, se presenta por primera vez en Sudamérica tras 17 años de carrera. Su gira The Eras Tour ha elevado su nombre a nivel global. En tres horas de concierto, la cantante hará un recorrido por todas sus “eras”, como le llama a los álbumes que han consolidado desde distintos sonidos su prolífica carrera.

Con 33 años y una carrera que comenzó a los 16, Swift cuenta con diez álbumes de estudio —de los que ha regrabado cuatro, los cuales denomina Taylor´s Version—, ha protagonizado diez giras mundiales y cuenta con un patrimonio de más de US $1.000 millones de dólares.

Los swifties —como se les llama a sus fieles seguidores— han hecho fila desde la madrugada a la espera de que las puertas abran a las 16:00 horas. Vienen de todas partes a ver a la cantante: de Argentina, Perú, Bolivia y, sobre todo, de Chile. 

El sol primaveral hace brillar más sus outfits —varios con aplicaciones de lentejuelas— mientras intercambian pulseras —los friendship bracelets que se instauraron con la gira entre los seguidores— que hacen la espera más amena.

Cuando las puertas finalmente se abren, los fanáticos se emocionan, incluso hasta las lágrimas, y corren a toda velocidad las más de cinco cuadras que hay de fila para llegar hasta las puertas del estadio. El recinto —que tiene capacidad para 85.000 personas— cuando habían pasado solo 30 minutos desde su apertura estabaocupado en más de su mitad. 

Si bien The Eras Tour se ha presentado en varios países a la fecha, en cada ocasión la cantante prepara canciones que nunca ha cantado antes de manera acústica y así regala una sorpresa distinta a su audiencia por noche.  A medida que los cientos de seguidores empiezan a ocupar los únicos espacios vacíos del estadio, el rumor es uno solo: “¿Cuáles serán los temas esta vez?”

Cerca de las 18:00 horas, cuando ya han desaparecido los destellos del sol, aparece el primer telonero de la noche, Louta, un cantante argentino, que hace bailar y cantar a los fanáticos que llevan horas esperando con una mezcla de géneros que circula entre el pop, la cumbia y el reggaetón. Tras media hora de show, aterriza en el escenario la siguiente telonera: la cantante y actriz estadounidense Sabrina Carpenter, exponente del pop, quien ha teloneado a Swift en otros países.

El público está entretenido, pero ya quiere empezar a viajar por las eras de Swift. 

Son las 20:45 horas. Han pasado unos pocos minutos desde que Carpenter se retiró, cuando la pantalla led principal se ilumina con un cronómetro que anuncia 2 minutos. El público grita desaforado de la emoción. Al finalizar la cuenta regresiva, el escenario se ilumina con fotos de las eras de Swift mientras van apagándose las luces del resto del estadio. 

En un traje rosado, la cantante estadounidense se convierte en una luz brillante mientras termina de anochecer. El público corea a todo pulmón Miss Americana, de su álbum Lover.

Swift aparece al medio de una pasarela instalada en la cancha del estadio. Los fanáticos ya no solo cantan: también gritan y lloran al son de su música, haciendo retumbar el estadio. Las pulseras luminosas que entregaron a la entrada del concierto encienden de colores todo el horizonte del Estadio Monumental. 

FOTO: Marcelo Endelli

Entonces empiezan a revivir todas las eras de la cantante: Lover, Fearless, Evermore, Reputation, Speak Now, Red, Folklore, 1989 y Midnights. Acompañada de sus bailarines y su banda, Swift toca más de 40 canciones en total. Para todas, se cambia de atuendo y es como si se convirtiera en otra persona. La versión de sí misma que era cuando las compuso.

En medio de la presentación de la era Evermore, al comienzo de Champange Problems, la cantante dedica tiempo a dar unas palabras a su fanaticada: Está gratamente sorprendida, dice. Se siente muy agradecida por el recibimiento que Argentina le ha dado. La visita por primera vez con su show.

Hacia el final del concierto, la cantante deslumbra a sus fanáticos con las canciones sorpresa de la noche: The Very First Night, parte del álbum Red, y Labyrinth, de su álbum Midnights.

Ya en su última y más reciente era, Midnights, Taylor le dice adiós al público que la acompañó en su primera noche en Buenos Aires con sus canciones Mastermind y Karma entre destellos de luz y fuegos artificiales iluminando la ovación.

Trinidad Riobó es estudiante de periodismo de tercer año en la Facultad de Comunicaciones de la UC (@fcomuc). Actualmente, es Secretaria General del CECOM (@cecom_uc), ha participado en distintos programas de Radio UC (@radio.uc) y es actual editora de la revista kmcero.