Fotografía obtenida desde la página de Facebook de CLA&ELC, con autorización para Kilómetro Cero

Mujeres que asisten a quienes abortan

Con las amigas y en la casa es un grupo informal de mujeres feministas que se organizan a través de las redes sociales, para ayudar a otras mujeres a abortar. Comenzó como un grupo argentino, que ahora tiene una arista chilena. Conscientes de estar fuera de la ley, dicen preferir el riesgo, a dejar solas y sin guía a otras mujeres.

Por María Fernanda Sáez

*Todos los nombres de este reportaje fueron cambiados para resguardar la identidad de las fuentes.

Sobre la cama sucia se encuentra un paquete de velas, condones y unas pastillas dentro de una bolsa Ziploc. Sentadas, aún con la falda del colegio, dos escolares de 17 años leen las instrucciones, escritas a mano, que explican cómo abortar. “Hay que cubrir la vela con el condón y empujar con esto las cuatro pastillas hacia adentro de la vagina”, recuerda Alejandra que le dijo a su amiga, mientras se recostaba para iniciar el proceso. Afuera se oyen los disparos de todas las noches en aquella población de Puerto Montt.

Días antes, cuando las amigas vieron las dos líneas rojas del testde embarazo, ambas decidieron abortar. Desde Santiago y por sesenta mil pesos llegaron doce pastillas.

No funcionó.

Tres años después, Alejandra volvió a quedar embarazada. El temor regresó, pues ya tenía una hija y no quería volver a ser madre. Esta vez tomó cuatro píldoras abortivas, colocándolas debajo de la lengua por una hora. El sangrado duró tres semanas, pero terminó con el embarazo. “Me enteré después de lo inseguro que fue abortar con cuatro pastillas”, explica Alejandra. “Me fui encontrando con más información y sentí la obligación de orientar a otras mujeres como yo”.

Red de apoyo por Facebook

Con las amigas y en la casa (CLA&ELC) es la única red feminista en Chile cuyo eje principal es acompañar abortos. En lo que va del año han asistido a 4.000 mujeres que quisieron interrumpir sus embarazos, todas en casas con servicios básicos. Alejandra es una de sus fundadoras y este año ha apoyado a diez mujeres, tres de ellas lo hicieron en hostales, para realizar el proceso sin presiones.

El grupo en Facebook ya cuenta con más de 48.618 seguidores. Fotografía obtenida desde la página en Facebook de CLA&ELC, con autorización.

Sin embargo, los riesgos de practicar un aborto en casa son muy altos. “No es llegar y hacerlo, estamos hablando sobre pastillas anticonceptivas muy eficaces. La mifepristona, por ejemplo, es usada para descoagular tumores cerebrales. Si llegase a ser mal administrada la paciente podría desangrarse”, afirma Antonio Mackenna, ginecólogo de la Clínica Las Condes especializado en medicina reproductiva.

Además de Alejandra, que es médico cirujano del servicio público, existen más “amigas”, término que utilizan dentro de esta red de apoyo para hablar sobre las mujeres que asisten a quienes deciden abortar. Se desempeñan en diversas áreas, algunas son artistas, otras provienen del mundo de las ciencias sociales y también hay profesionales de la salud. Todas tienen en común una visión: son feministas y creen en los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, entendidos como la libertad de decidir sobre su propio cuerpo.

Foto autorizada de CLA&ENC

Con el fin de instruir a más mujeres para que auxilien abortos, Con las amigas y en la casa realiza escuelas de formación donde informan sobre el uso correcto de químicos a través de la entrega de guías y folletos. Además, funcionan como una red de apoyo durante y después de la interrupción del embarazo.

La iniciativa partió en abril de 2017, consolidándose como la primera escuela de este tipo en Latinoamérica. En la primera reunión fueron 500 las solicitudes de mujeres que querían participar. “El proyecto nace a partir de la necesidad de informar correctamente y según los estándares mundiales”, comenta Alejandra.

El médico gineco obstetra del Hospital Clínico San José, Gonzálo Rubio, crítica la escasez de educación sexual, sobre el uso correcto de tratamientos anticonceptivos modernos y sobre cómo practicar un aborto legal dentro de las tres causales en condiciones médicas seguras. “La mayoría de las jóvenes que quieren abortar estaban bajo algún tipo de tratamiento al momento de quedar embarazadas”, asegura Rubio, quien además participó en el primer aborto legal realizado el 2017 en Chile.

Según las cifras publicadas por Mesa de Acción por el Aborto, el número de interrupciones voluntarias en nuestro país oscila entre los 80 mil y 260 mil casos anuales, de los cuales sólo un 3% de los procedimientos se deben a la ley de aborto en tres causales.

Foto autorizada de CLA&ENC

Magda forma parte de la red y ha acompañado en la interrupción de sus embarazos a seis mujeres en sus departamentos, donde vivían solas. “Si el aborto libre se hace ley, me gustaría que los medicamentos se llevaran a la casa, para estar acompañada por alguien de confianza, en un lugar cómodo”, dice Magda.

Actualmente el misoprostol y la mifepristona se encuentran disponibles en el sistema público y son entregados gratuitamente en pequeñas dosis como pastillas anticonceptivas de emergencia, más conocidas como pastillas del día después. “El problema son las barreras de acceso, los consultorios ya están cerrados cuando estas jóvenes pueden ir a retirarlas (se refiere al margen de tiempo necesario para que la pastilla haga efecto) . No les queda más opción que acudir a la compra-y-venta ilegal de medicamentos”, evalúa el gineco obstetra Gonzalo Rubio.

Magda se atemoriza de que alguien la criminalice por realizar estas actividades que están fuera de la ley en Chile, especialmente cuando le llegan los mensajes de WhatsApp y Facebook de desconocidos pidiéndole misoprostol. Su nombre ya se ha hecho conocido debido a su participación en grupos de movimientos feministas. Magda ha tomado medidas de seguridad al respecto: usa palabras claves por redes sociales y coordina sus encuentros en lugares públicos. Pese al miedo y la ilegalidad, Magda a sus 22 años asiste a estas mujeres, porque según ella: “es un deber feminista formarse y apoyar a quienes nos necesitan y están enfrentando esto solas”.

Sobre la autora: María Francisca Saez es estudiante de Periodismo y escribió este artículo en el Taller de Prensa. El reportaje fue editado por Belén Castillo y Sofía Anich en el Taller de Edición en Prensa.