Donación de trece bibliotecas: Cierta en parte

La acción “En colaboración con diario El Mercurio, Enersis ha entregado a la fecha más de 10 completas bibliotecas a lugares apartados, contribuyendo así, al desarrollo de Chile y de nuestros hijos”, comprometida por Enersis, es cierta en parte, al no cumplirse la totalidad del enunciado de RSE publicitado por la empresa. Esto conforme la metodología del ejercicio de verificación realizado por el equipo de estudiantes del taller de Fact Checking de periodismo de la Universidad Católica.

Con el propósito de promocionar la lectura en las comunidades más alejadas de las grandes ciudades, Enersis, en alianza con El Mercurio, realizó aportes de libros a bibliotecas en comunas de zonas extremas y así contribuir a mejorar cultural y educacionalmente de esas comunidades. La manera en que estas donaciones se llevaron a cabo fue separando tareas entre El Mercurio y Enersis: mientras el diario a partir de su stock, definió la cantidad de libros que se donaron, la eléctrica definió, trasladó y entregó los libros.

A través de llamadas por teléfono a los responsables de estas bibliotecas, se comprobó que las donaciones fueron efectivas para los casos de Cunco (2001), Santa Bárbara (2002), Cochamó (2003), Puerto Natales (2004), Hornopirén, Zuñiga y Los Molles (2005), Cochrane y Mincha (2006), Paredones (2008) e Isla de Pascua (2013).

No obstante, esto no es así para Putre y Taltal. Luego de requerir antecedentes por medio de solicitudes de acceso a información pública que confirmase la donación, Daniela Casagna, encargada de Enlace Transparencia de la Municipalidad de Taltal, señaló vía mail que “nuestra biblioteca pública Sady Zañartu Bustos no ha recibido donación alguna de la empresa Enersis. Y a través de nuestro departamento de educación no se ha canalizado ninguna donación de dicha empresa”. En el caso de Putre se procedió de la misma manera y la respuesta, esta vez, fue entregada por el alcalde de Putre, Adolfo González, quien vía correo electrónico indicó que “no hemos recibido donaciones de acuerdo a las especificaciones de su solicitud”.

Felipe Fuenzalida, encargado de RSE, luego de plantearle el desconocimiento de las donaciones en ambas municipalidades, argumentó que estas situaciones se podían deber a los cambios de administración y que seguramente “no estaban al tanto de estas porque se realizaron antes de que asumieran sus funciones”.

A la hora de evaluar y valorar la efectividad de estas donaciones, Susana Mendive, doctora en Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Chile y especialista en alfabetización inicial en niñez temprana, considera que el problema de falta de lectura tiene diversos orígenes. “Por una parte hay una baja valoración social de la lectura, un alto costo de los libros y una mala distribución de bibliotecas por habitantes”, dice Mendive. Para la doctora ofrecer bibliotecas ayuda a disminuir la mala distribución, pero mejor sería si es que esas donaciones van acompañadas con programas de animación sociocultural para promover y focalizar su uso.

A ojos de la doctora en Didáctica de las lenguas y la literatura, Universidad Complutense, Maili Ow, la mejor manera de suscitar el interés en la lectura por parte de los niños y jóvenes es mediante la capacitación de profesores y bibliotecarios para que fomenten y apoyen su hábito de lectura. De lo contrario “se corre el peligro de que las donaciones terminen en una bodega”, dice Ow.

Aunque Enersis no complementa sus donaciones de libros con la capacitación adecuada para que estos sean efectivamente bien aprovechados, su apoyo a la educación no se queda en la mera entrega de libros. A través de su programa “Energía para la Educación” de Endesa, la compañía lleva adelante ayuda sistemática en el ámbito de la educación. Es así como las ciudades y pueblos cercanos a sus instalaciones se ven beneficiados, entre otras cosas, con charlas medioambientales, capacitaciones y fondos concursables para profesores y apoderados.