No da entrevistas pero a través de Facebook, Twitter y su canal personal en YouTube cuenta su vida. Germán Garmendia, el creador de “Hola, soy Germán” –el webshow más buscado en Chile–, hoy ya cuenta con casi 7 millones de suscriptores, mientras que sus videos han sido visualizados 500 millones de veces.
Por Natalia Alvarado
Germán Garmendia es el chileno más famoso en YouTube. Cada semana, millones de personas ven lo que graba en la pieza de su casa. Con cerca de 500 millones de visualizaciones de sus videos, él interactúa con cientos de seguidores en las redes sociales cada semana, pero se niega a dar entrevistas. Garmendia es una celebridad que solo habla cuando él controla el micrófono y la cámara.
Más allá de su webshow, lo poco que se sabe del vlogger –palabra que provine de blogger, y que es específica para designar a quienes postean videos– lo ha revelado él mismo a través de sus cuentas de Facebook, Twitter y, sobre todo, en los 4 minutos y 55 segundo del video titulado Draw my life, en el cual narra su vida con dibujos trazados con un plumón negro.
Sobre una pizarra acrílica blanca, Garmendia cuenta que nació en 1990 y que su padre murió en un accidente automovilístico un día 24 de diciembre, cuando él tenía tres años. Desde entonces se convirtió en una suerte de nómade, pues su madre lo llevó junto a su hermano a viajar por todo Chile para olvidar la pérdida. De ese modo errante vivió en veinte casas, estudió en diez colegios y, desde los 14 años, pasó gran parte de su adolescencia en Los Vilos.
Desde esa ciudad fue que hace un par de años llegó a Santiago, con la idea de triunfar y, por supuesto, ser famoso. Titulado Las cosas obvias de la vida, el primer video que Garmendia subió a YouTube duraba 2 minutos y 6 segundos. Aunque su intención era solo mostrárselo a unos pocos amigos, el trabajo se viralizó rápido y, sin querer, fue el comienzo de su fama que hoy ya cuenta con casi 7 millones de fans, la mayoría en Chile, Colombia, Argentina y Perú.
El club de Garmendia
Germán llama a la casa de Mark. Él sale y Garmendia lo saluda con desgano. Entra a la casa y se sienta a ver televisión como si se conocieran de toda la vida. Mark, que es cortés, no le dice nada, pero explota cuando Germán empieza a tomar cosas del refrigerador. Entonces le pregunta quién es, a lo que Garmendia responde: “Hola, soy Germán”. Así comienza el guión de la cuarta parte de Poni pesao, serie que Mark Biem –del canal de YouTube Mark Biem TV– y Germán iban a grabar juntos. Ambos acordaron reunirse a trabajar una tarde, pero Garmendia nunca llegó porque se quedó dormido. Mark Biem no guarda rencores por eso y prefiere destacar que hoy muchas personas conocen los videoblogs gracias a Garmendia. “Germán es un buen chico. Tiene grandes sueños y perseverancia. Es atractivo, genera lo que genera Justin Bieber”, comenta Biem.
El vlogger Ignacio Carrasco –del canal de YouTube Las aventuras de Sofía– piensan que el éxito de Garmendia radica en el dinamismo con que expone sus temáticas, el humor blanco que utiliza y el acento neutro que con el tiempo ha ido desarrollando y que ahora le permite llegar a países de Sudamérica. Con eso está de acuerdo el youtuber Fabrizio Romero –de FAlifeshow–, para quien Garmendia ha sabido traspasar edades, culturas e incluso idiomas. “Eso es algo que puedes ver en pocos en el mundo de YouTube”, dice Romero.
Pedro Ruminot, director general del programa de El Club de la Comedia de Chilevisión, cree que no existe un caso similar al de Germán Garmendia en Chile. Él asegura que nunca había visto a alguien llegar tan lejos partiendo desde la casa de su madre en la Ciudad Satélite de Maipú, grabándose con una cámara de fotos en su habitación. Aunque no ha cursado estudios en narrativa ni comunicación audiovisual, Ruminot cree que Garmendia tiene una gran capacidad para contar historias. “Es una de las personas más talentosas que existen en Chile hoy”, dice el comediante.
El éxito de Garmendia no solo es reconocido por vloggers chilenos. El brasileño radicado en Los Angeles, California, Joe Penna –responsable del canal Mystery Guitar Man, de MGM– también alaba el trabajo de Garmendia. “Él es un maravilloso vlogger, es un maestro con su cadencia en el humor”, comenta Penna.
La música interior
Lucas Quintana, el youtuber de Hey Lucas Quintanita, tiene una visión diferente del trabajo de Garmendia. A él le parece “una estupidez” que se le dé tanta importancia a sus videos, pues, dice, en Chile hay por lo menos cinco vloggers que realizan un trabajo mejor. “Germán es masticable. No es ninguna revolución al género. No es arte. No comunica, no enseña, no entrega, no crece, no hace pensar. Es una propuesta baratísima y súper manoseada. Su humor es ultra básico, infantil, blanco, fácil, rápido”, dice Quintana.
Estudiante de cine, a sus 18 años Quintana asegura que en el mundo de YouTube hay dos tipos de creadores: Los que dicen lo que piensan y los que dicen lo que la gente quiere escuchar. “Yo convertí a mi propia personalidad y mis propias ideas en un personaje. Germán creó un personaje para contar cosas que a todos nos pasan. Esa es la diferencia”, explica.
Ajeno a esas críticas, cuando Pedro Ruminot asumió la dirección de El Club de la Comedia su primera intención fue contratar a Garmendia. Lo invitó a una grabación de monólogos y, según dice, al vlogger le gustó la experiencia. Pronto tuvieron un par de reuniones y, cuando ya estaba convencido de firmar un contrato, Garmendia cambió de opinión argumentando que prefería no trabajar en televisión. Ruminot cree que Garmendia puede ser más visto en YouTube que en televisión, pero además –y porque él mismo se lo ha comentado– sabe que su verdadera meta es hacer música y vivir en el extranjero.
La mayoría de los youtubers y amigos comediantes coinciden con eso, y dicen que el verdadero sueño del vlogger es triunfar con su banda Feeling Every Sunset. A través de las redes sociales Garmendia ha contado que hoy se encuentra en México, donde solo estaría de paso según Pedro Ruminot, porque su escala final sería Estados Unidos. “Su gran proyecto es la música, él quiere dedicarse a hacer música y vivir de eso”, dice el comediante quien –después de haber hablado con Garmendia hace pocos días– piensa que el salto lógico del vlogger es aparecer en MTV o en el canal estadounidense Comedy Central.
Garmendia no ha confirmado las razones por las que está en México. Reacio a las entrevistas, él solo ha concedido una en televisión: fue para Chilevisión en mayo del año pasado, y es la única vez que se le ha visto más allá de su personaje. Mientras él no hable con la prensa, nadie sabrá si su futuro está en YouTube, en el canal Comedy Central o en la música.
Por ahora, lo mejor es seguir buscando respuestas en las huellas que ha dejado en internet y detenerse, por ejemplo, en el minuto 2 con 45 segundos de su video autobiográfico Draw my life, justo cuando Garmendia dice: “A los 14 años descubrí que la música era lo que realmente me hacía feliz, y juré que dedicaría mi vida a ella”.
Sobre la autora: Natalia Alvarado es alumna de cuarto año de Periodismo y este artículo es parte de su trabajo en el curso Taller de Prensa Escrita, dictado por la profesora María Olga Delpiano.