La creciente demanda de cosméticos económicos asiáticos por e-commerce ha encendido las alarmas de expertos. La falta de regulación y control en estos productos amenaza la salud de los consumidores, quienes muchas veces desconocen los componentes presentes en sus compras.
Por Analía Ortega (@iqoobits)
Edición de Rosario Urzúa Ricci (@rosariouricci) y Agustín Monsalve (@aamp942)
La estudiante de periodismo de la Universidad Católica, Antonia Appelgren, de 20 años, añadió un lápiz delineador negro a su carrito en Temu, una plataforma china de comercio electrónico que irrumpió en las redes sociales hace dos años.
Appelgren aprovechó las ofertas del sitio para completar sus compras. Eligió el cosmético más barato. Necesitaba alcanzar el monto mínimo requerido para acceder a la promoción de productos gratuitos. “No vi las opiniones ni nada, solamente lo compré”, comenta.
A los pocos días de usar el delineador sufrió una irritación en su ojo derecho y decidió recurrir a un profesional. “El oftalmólogo me dijo que probablemente era algo que me había puesto de maquillaje”, explica.
El 18 de julio de 2024, el Gobierno Metropolitano de Seúl, en Corea del Sur, publicó una lista de productos de plataformas de venta como Temu, Shein y AliExpress con niveles de sustancias tóxicas superiores a los permitidos en el país. En el informe se identificaron catorce artículos de maquillaje que contenían bacterias por encima de lo legal, incluyendo dos tipos de pintalabios en los que se detectó estafilococo áureo —bacterias que ocasionan infecciones de la piel, como forúnculos—, además de cuatro productos para uñas con altas cantidades de níquel y dioxano. Frente a los resultados, las autoridades de Seúl optaron por seguir realizando pruebas de seguridad periódicamente y divulgar los hallazgos.
El auge de las compras en e-commerce en los últimos años ha generado un debate respecto a la laxitud con la que funcionan las importaciones en Chile. En 2021 se publicó en el Diario Oficial el Decreto Supremo Nº6 del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo que creó el Reglamento de Comercio Electrónico. El documento, en su Artículo N°9, dictamina que los proveedores deben entregar información sobre «las características y prestaciones esenciales de los productos o servicios» para que el consumidor tome decisiones informadas.
A pesar de estas disposiciones, la implementación efectiva del reglamento enfrenta desafíos significativos, especialmente frente a la proliferación de productos que no cumplen con los estándares mínimos de calidad o transparencia.
El Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC) ofició hace unas semanas a seis compañías, entre ellas Ripley y Falabella, por comercializar ya sea por internet o venta presencial productos con promesas “sanadoras”, como eliminadores de vitíligo, aparatos anticaída del cabello, correctores de varices y extintores de verrugas. La mayoría de estos “aparatos de belleza” se caracterizaban por provenir de países asiáticos, ofrecerse a muy bajo costo y ser de dudosa calidad. Esto último debido a cualidades no respaldadas científicamente y a un uso que resulta “potencialmente peligroso para la salud o integridad física de los consumidores”. De acuerdo a la página oficial de SERNAC, a todas las empresas se les exigieron “antecedentes que den cuenta de la comprobabilidad y veracidad de las afirmaciones publicitarias” de los productos. En el caso de un corrector de várices, el organismo señaló que puede “provocar riesgos al aplicarse sobre venas inflamadas o retorcidas”.
En septiembre de 2024, la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó el proyecto de ley de Cumplimiento Tributario que elimina la exención fiscal para bienes importados desde plataformas no domiciliadas en el país con un valor inferior a 41 dólares. La iniciativa busca regular el comercio ilegal y nivelar la competencia para los comerciantes locales, que pueden ver amenazado su crecimiento frente a los precios menores de los productos del e-commerce. Según el Índice de Informalidad Digital de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), AliExpress, Shein y Temu representaron un 68% de las transacciones internacionales en el primer trimestre de 2024.
Para expertos como Lisette Tiznado, cosmetóloga y profesora del Instituto de Cosmetología de Santiago, aún queda un largo camino en términos de regulación para el ámbito en que ella se desempeña. Recién en abril de 2024, la Unión Europea (UE) incluyó a Shein en su lista de empresas digitales lo suficientemente grandes como para estar sujetas a reglas de seguridad estrictas, incluidas medidas sobre productos perjudiciales. Esto es parte de Ley de Servicios Digitales (DSA), que designa normas especiales para plataformas y motores de búsqueda que cuentan con más de 45 millones de usuarios en la UE. La legislación fue diseñada para abordar los riesgos específicos de las plataformas con un gran flujo de usuarios. Las pequeñas empresas no están exentas de todas las regulaciones de la DSA, pero las exigencias son menores, ya que la ley busca evitar que disposiciones demasiado severas detengan la innovación de empresas emergentes.
La regulación de cosméticos en Chile
La cosmetóloga Lisette Tiznado señala que en sus clases solo se utilizan cosméticos certificados, y por ello no recomienda ni usa aquellos provenientes de las aplicaciones chinas de comercio online. Según ella, los profesionales con registro en el Minsal deben utilizar productos aprobados por el Instituto de Salud Pública, disponibles en el Sistema de Consulta de Productos Registrados, plataforma que permite revisar los artículos que cuentan con el visto bueno. Así se exige en “todos los centros de estética, centros de enseñanza y de público final”, indica Tiznado.
Para que un producto cosmético sea comercializado en el país también se requiere de una autorización sanitaria contenida en el D.S.239/02 (Reglamento del Sistema Nacional de Control de Cosméticos). Como se afirma en el Artículo 2, el Instituto de Salud Pública de Chile (ISP) es el encargado del control sanitario y registro de los productos cosméticos en todo el territorio. Además, debe velar por el cumplimiento de las disposiciones contenidas en el Código Sanitario y su reglamentación complementaria. Esta labor de fiscalización no solo implica el control de grandes distribuidores o tiendas físicas, sino que también debe extenderse a otros canales de comercialización.
Por ejemplo, en agosto de 2023, el ISP y la Seremi de Salud realizaron en conjunto un sumario sanitario a una importadora china en Antofagasta que resultó con más de 600 cosméticos retenidos que no contaban con registro del ISP. Además, el SERNAC dio a conocer un sondeo en terreno de “malls chinos” que, con base en la información de 126 locales, develó que el 85% de los cosméticos vendidos cumplían con los requisitos mínimos analizados. Sin embargo, la fiscalización de productos vendidos en línea o a través de comercio ambulante es más difícil.
En cuanto a los cosméticos importados por e-commerce, el portal web de Aduanas de Chile indica que aquellos que no cuenten con el visto bueno del ISP pueden ser retenidos. Asimismo, la institución llama a efectuar una compra informada y conocer de antemano las mercancías que requieren fiscalización para evitar contratiempos en la entrega. Desde el 1 de septiembre de 2023, el ISP informa que las importaciones de cosméticos de uso personal ya no requieren autorización, pero los productos destinados a la comercialización aún la necesitan. Hasta el momento, el ISP no ha respondido a consultas para este reportaje sobre este protocolo y los casos de afectados en Chile.
Cuando Appelgren compró el delineador por Temu, el paquete llegó en menos de tres semanas y no hubo problemas con Aduanas. Esto también lo confirma Carla Salas (21), estudiante de Pedagogía en Inglés en la Universidad de Santiago de Chile. En abril de 2024, Salas sufrió resequedad y brote de granos en el área externa de los labios tras usar un delineador café proveniente de la plataforma china AliExpress. “El envío fue expedito. La verdad, nunca me han pedido ningún documento o trámite aparte (en los pedidos)”, señala.
A Claudia Moreno, dermatóloga de la Universidad de Chile y miembro de la Sociedad Chilena de Dermatología y Venereología (SOCHIDERM), le preocupa que “muchas veces en estos productos cosméticos no se conocen los componentes y muchos están en otros idiomas, por ejemplo, coreano o japonés, ya que está súper de moda toda la cosmética oriental”. Moreno explica que “(los cosméticos) a veces contienen incluso medicamentos como corticoides”, y agrega: “considerando que estos productos no se registran en el ISP, pueden ser de dudosa procedencia y es importante porque los pacientes pueden tener complicaciones”.
Hace poco más de un mes, Trinidad Tumba, creadora de contenido sobre productos de maquillaje y cuidado personal, con más de 181 mil seguidores en TikTok, fue contactada por el equipo de Temu mediante un correo para ofrecerle una colaboración pagada. La propuesta era promocionar un set de labiales. Sin embargo, la tiktoker chilena decidió declinar la oferta. En sus redes publicó el trato que el equipo de Temu intentó establecer con ella. Explica que no promocionaría un producto de calidad y composición “dudosa”.
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Tumba comenta a KM Cero que siempre suele investigar sobre las marcas analizando sus ingredientes, sus comentarios, sus redes sociales y sitios web, “especialmente en marcas chinas”, dice. Y agrega: “El criterio es ‘lo que promociono es algo que realmente usaría. Si no, es deshonesto’”. Recalca que desde su rol como influenciadora intenta cuidar a sus seguidores de posibles daños adversos que puedan provocar algunos artículos de belleza: “Me preocupa a niveles estratosféricos y me da rabia que creadores se vendan sin importarles el daño que puedan llegar a hacer ciertos productos”.
La dermatóloga Claudia Moreno explica que entre las complicaciones más habituales se encuentran dermatitis de contacto, dermatitis irritativa y alergias provocadas por los componentes de los productos. Lissete Tiznado enumera síntomas visibles como deshidratación, resecamiento, rojeces e inflamaciones. “La diferencia fundamental de un producto profesional versus uno de AliExpress es la concentración de los componentes, la efectividad y la pureza de las materias primas”, explica la cosmetóloga.
Antonia Appelgren comparte que en su cita con el oftalmólogo este le explicó que debía lavarse los ojos con champú de bebé. Después de dos días, la irritación bajó y volvió a maquillarse, pero esta vez con productos que sabía que eran “buenos”. Si bien no ha querido volver a comprar maquillaje en Temu, no se ha privado de adquirir otros productos. “Hace poco hice un pedido grande, pero ahora me fijo mucho más en las opiniones o en las recomendaciones”, dice.
De igual manera, Carla Salas explica que tuvo que pedir una hora al dermatólogo debido a los efectos que provocó el uso prolongado del delineador en la boca. “Estaba asustada, pero el dermatólogo me calmó y me recetó una crema reparadora para los labios parecida al Aquaphor, que consiste en el bálsamo para labios de Cicaplast”. Respecto a los resultados, la estudiante de 21 años comenta: “Después de una semana vi mejorías, pero el miedo nadie me lo quita”.