Alerta de expropiación en Estación Central
El proyecto Nueva Alameda Providencia pretende renovar los 12 kilómetros de extensión de la principal avenida de Santiago para convertirla en un paseo nacional. Sin embargo, para comenzar la remodelación, la iniciativa contempla la expropiación de 18 casas y seis locales comerciales en el Nudo Pajaritos, en la comuna de Estación Central. Bajo el lema “No a la expropiación”, los cerca de 100 vecinos afectados se han organizado para defender la vida que han construido durante medio siglo.
Texto y fotos por Álvaro Vergara
“No a la expropiación”, dicen los lienzos desplegados en las casas y locales comerciales de la Villa O’higgins y de la Villa Suecia, en Estación Central. El seis de mayo los vecinos del sector recibieron una carta firmada por el Gobierno Regional Metropolitano, donde se les comunicaba que 18 casas y seis locales comerciales serían expropiadas, es decir, que se las comprarán a la fuerza para ensanchar la unión entre la Avenida Pajaritos y la Alameda, como parte del proyecto.
En marzo de 2016 se licitó la primera etapa del proyecto Nueva Alameda Providencia que busca rediseñar y renovar integralmente los 12 kilómetros de extensión del eje principal de la capital. Fueron 25 planes maestros los que se evaluaron para la licitación, sólo cinco fueron seleccionados, pero aún no hay una empresa a cargo de la realización del proyecto. Uno de los requisitos que debían tener las propuestas, era que sólo debían contemplar expropiaciones en el sector del Nudo Pajaritos, para el cuadrante comprendido entre las calles Pajaritos, Rey Gustavo Adolfo y Av. Aeropuerto, en la comuna de Estación Central.
“¿Por qué no pensaron, antes de hacer el proyecto, que éramos pura gente mayor? Llevamos 50 años viviendo aquí. ¿Dónde nos vamos a ir?”, dice Norma Riquelme, vecina que será expropiada.
Son las 20.30 hrs. en la piscina municipal de Estación Central, y comienzan a llegar los vecinos de la Villa O’higgins y la Villa Suecia. En abril de 2016, un mes después de recibir la noticia, decidieron organizarse y luchar en contra de la expropiación bajo el lema No al proyecto Nueva Alameda Providencia.
En el patio, entre dos salas llenas de gente bailando zumba y practicando taekwondo, cuatro bancas puestas en círculo improvisan una sala de reunión para las 16 personas que han concurrido al lugar. “Lo único que tenemos formal es la carta de mayo, la carta de respuesta del alcalde y que el tema se va a retomar en noviembre, después de las elecciones”, empieza Jorge Marín (53), presidente de la agrupación que busca luchar contra un plan que pretende expropiar las casas donde la mayoría ha vivido durante más de 50 años.
“¿Por qué no pensaron, antes de hacer el proyecto, que éramos pura gente mayor? Llevamos 50 años viviendo aquí, ¿Dónde nos vamos a ir?”, se pregunta Norma Riquelme, vecina que será expropiada. Tiene 81 años y fue una de las primeras en llegar a vivir a la Villa O’higgins, construida en 1966. “Que piensen, que tengan un mínimo de respeto por el adulto mayor”, agrega indignada.
Se han reunido con los encargados del proyecto, con representantes del Gobierno Regional y han enviado cartas al alcalde para plantear sus inquietudes y ver otras opciones que no impliquen expropiación. Pero ninguno ha sido claro a la hora de hablar de fechas, garantías ni compensaciones de las expropiaciones.
“No queremos que no se haga el proyecto, sino que se haga sin que perjudique a nadie”, dice Alejandro Aliaga, secretario de la agrupación contra las expropiaciones.
Donde Leticia, dice un letrero que está a la entrada de un local de comida casera ubicado en la esquina de Avenida Rey Gustavo Adolfo con Avenida Pajaritos. Su dueña, Leticia Romero (56), vive en Renca, tiene cuatro hijos, es separada y abrió el negocio hace seis meses. “Trabajé durante muchos años para juntar la plata que necesitaba para conseguir esto. Siempre quise tener mi propio local y un mes después de que lo conseguí, me dijeron que me lo iban a quitar”, dice y agrega: “Esta es la fuente de trabajo mía y de mi familia. ¿Ahora con qué plata vamos a comer?”.
“Solicitamos los planos del proyecto, a través de la Ley de Transparencia, pero nos dijeron que no los tenían”, cuenta Jorge Marín. Además de la carta donde se les comunicaba que serán expropiados, los vecinos no tienen mayores detalles sobre lo que va a suceder. “No nos han dicho cuando empiezan las expropiaciones, ni mucho menos se ha hablado de plata. Vivimos en la incertidumbre”, agrega.
Dina Barrera tiene 64 años y vive hace 52 en Av. Aeropuerto con la Alameda. Su casa también será una de las expropiadas. “Todas las semanas vienen funcionarios de la municipalidad a hacer mediciones aquí afuera de la casa, y eso la pone más nerviosa a una”, cuenta angustiada.
Alejandro Aliaga (51), secretario de la agrupación, explica que ellos no quieren evitar la remodelación, sino que se cambie: “No es posible que el único sector que se puede expropiar en todo el eje Alameda-Nueva Providencia sea este. No queremos que no se haga el proyecto, sino que se haga sin que perjudique a nadie”.
“El movimiento estaba dormido, pero estamos retomando con más fuerza que nunca”, dice Viviana Morales, vocera de la organización. El período de campañas por las elecciones municipales ha hecho que la agrupación se tome un descanso, para no abanderarse con ningún candidato dice. “Si empezamos a hinchar ahora, todos van a apoyarnos, pero cuando uno de ellos salga alcalde, se le va a olvidar que existimos. Por eso no nos conviene hacer ruido ahora”, agrega.
En el piso 27 de Huérfanos 670 se ubica la oficina de Nueva Alameda Providencia. Lourdes Ruiz, jefa del proyecto, asegura que las instrucciones que tienen es que no habrá expropiaciones. “Estamos en una etapa de pre proyecto, nos acaban de licitar el diseño, así que aún no hay una constructora a cargo ni nada”, dice. Se refirió a la carta que informa a los vecinos sobre las expropiaciones y aseguró: “Hay proyectos anteriores que se han ido incorporando, pero en sus bases Nueva Alameda Providencia no contempla expropiaciones”.
Armin Seeger, director de obras de la municipalidad de Estación Central, afirma que aún no se habla de expropiaciones. “Nosotros sólo hemos ido a reuniones, pero no se ha hablado concretamente de expropiar. En todo caso es un tema que lo tienen que ver los encargados del proyecto”, dice.
Aunque el proyecto se encuentra en una etapa de diseño, el peligro de expropiación está latente. La incertidumbre y la falta de información los ha llevado a luchar contra las autoridades y aseguran que harán todo lo que esté a su alcance para lograr su objetivo. “De aquí me sacan muerta”, sentencia Riquelme.
Sobre el autor: Álvaro Vergaraes estudiante de Periodismo y escribió este reportaje como parte de su trabajo en el curso Taller de Prensa. El artículo fue editado por Francisca Wolff en el curso Taller de Edición en Prensa.