Hace cinco años llegó a Chile Mixed Ability, una metodología que posibilita que sus miembros, independiente de si se encuentran en situación de discapacidad o no, jueguen juntos y bajo las mismas reglas. Así es cómo esta iniciativa está revolucionando el deporte nacional.

Por: Paz Morales
Edición: Camila Concha y Lucía Figari

Una calurosa mañana, sobre los pastos del Complejo Deportivo de la Universidad Católica, en Las Condes, varias personas comparten bloqueador y agua con una animada música de fondo proveniente de parlantes. A solo unos metros, en las canchas de rugby, los jugadores realizan el calentamiento deportivo. Están preparándose para el juego que comenzará en unos minutos.

¿El evento? El Segundo Campeonato Nacional de Mixed Ability, una metodología deportiva que consiste en la inclusión en un mismo equipo de personas que enfrentan barreras para la participación como la discapacidad física y de aprendizaje, junto con otras que no las experimentan.

El torneo organizado por el club Tarucas —una organización deportiva que promueve el ejercicio como herramienta de inclusión social— se enfocó en dos deportes, Rugby y Hockey, y convocó a equipos que viajaron desde distintas partes del país como Arica, Viña del Mar y Curicó.

Entre los asistentes estaban los hermanos Ricardo y Benjamín López, de 31 y 27 años respectivamente. Pese a que Ricardo tiene discapacidad por una discopatía degenerativa —que causa que los discos amortiguadores de la columna vertebral vayan perdiendo su capacidad de absorber impactos— ambos pertenecen al mismo club, Tarucas, gracias al Mixed Ability.

“Es la única instancia en que hemos tenido la posibilidad de formar parte de algo juntos, porque en general hay equipos solo de personas con discapacidad, entonces no se da esto”, comenta Benjamín, que se interesó en la metodología y se unió a Tarucas luego de ver el impacto positivo que tuvo en la vida de su hermano. “Lo veíamos medio solo y ahora no hay un fin de semana que no tenga algo qué hacer”, añade.

Ricardo, su hermano, agrega: “Siempre hemos tenido una buena relación pero nunca habíamos hecho un grupo de amigos en común. Ahora sí; salimos juntos, carreteamos juntos y vamos al entrenamiento todos los domingos. Es lo más lindo que nos ha podido dejar Tarucas”.

Entre sonrisas y expresión de orgullo, ambos muestran sus respectivos tatuajes alusivos al equipo. Ricardo tiene en su antebrazo derecho un venado andino llamado taruca, al que el club debe su nombre. Benjamín lleva tatuada en la pantorrilla de su pierna derecha la palabra Tarucas.

Pero los vínculos con Tarucas no solo se llevan en la piel: también los han llevado al otro lado del mundo.

En 2022 Ricardo y Benjamín viajaron a la ciudad de Cork en Irlanda junto a una treintena de miembros de Tarucas. Era la primera delegación chilena en participar del International Mixed Ability Rugby Tournament (IMART), el torneo que reúne a más de mil practicantes de rugby de habilidades mixtas de distintas partes del mundo. El equipo volvió a clasificar para la próxima versión del mundial que se celebrará este mes de junio de 2025 en Pamplona, España. Ricardo también asistirá. Esta vez en el rol de mánager del club.

Democratizar la participación deportiva

Los encuentros deportivos de gran convocatoria que se han realizado en los últimos años, como los Juegos Paralímpicos de París 2024 y los Juegos Parapanamericanos de Chile 2023, han visibilizado los logros y las habilidades deportivas de personas en situación de discapacidad.

Sin embargo, la metodología Mixed Ability tiene otra manera de llegar a estas metas. Reúne a personas con distintas características y habilidades en un mismo campo de juego, lo que les ofrece a todos la oportunidad de aprender de los otros y desarrollar su potencial.

Esta técnica deportiva se originó en la ciudad de Bradford, Inglaterra, cuando Anthony Brook, un joven con discapacidad intelectual, quiso participar del equipo local de Rugby, en el cual jugaba su hermano. Se le ofreció una modalidad de juego sin contacto y en otro equipo, conformado exclusivamente por deportistas con discapacidad. Al respecto, Brook comenta: “Apoyé a mi equipo local por años. No me dejaban jugar porque pensaban que podría lastimarme. Claro que puedes salir herido, es parte del juego, y es mi derecho decidir si quiero hacerlo”.

Así, en 2009 fundó el primer equipo de rugby bajo la metodología Mixed Ability, los Bumble Bee Barbarians, en donde también pudo jugar su hermano, quien no tiene discapacidad. Actualmente existen 60 equipos activos en todo el mundo, según indica World Rugby, federación internacional de la disciplina.

Desde la teoría deportiva, “hay una diferencia entre lo que es inclusión y lo que implica la integración. La integración es crear un espacio nuevo para cierto grupo —en este caso, reuniendo exclusivamente a personas en situación de discapacidad— mientras que la inclusión se da cuando las personas se incorporan a un espacio ya existente en igualdad de condiciones”, explica Daniel Fernández, entrenador de Rugby argentino y representante en Sudamérica de International Mixed Ability Sports (IMAS). Esta institución organiza los torneos IMART y se encarga de apoyar a los equipos de habilidades mixtas alrededor del mundo.

Promover la inclusión es la apuesta de la metodología inglesa Mixed Ability, iniciada en Chile por Tarucas, un equipo originalmente de rugby que debutó en las canchas en 2019, luego de que sus impulsores se conocieran el año anterior en el primer Festival de Rugby Inclusivo de Chile. De acuerdo a sus organizadores —que provenían de la Fundación Con Trabajo, una ONG de inclusión laboral, y de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile— este evento fue “una oportunidad para que personas con y sin discapacidad puedan convivir y derribar barreras sociales, mitos y prejuicios relacionados con discapacidad”, tal como se indica en una nota de La Tercera.

Además de Ricardo López, entre los asistentes se encontraba Vicente Lazo, psicólogo deportivo de la Universidad del Desarrollo y entrenador de ligas menores de rugby, y Gastón Dussaillant, aficionado al deporte. Este último comparte una fuerte tradición rugbista con dos de sus hermanos. Uno de ellos, Tomás, fue seleccionado nacional de dicho deporte, pero nunca habían podido jugar todos juntos en un equipo de manera oficial puesto que el menor, Antonio, tiene síndrome de Down.

Con la motivación de poder entrenar en conjunto, además de la convicción en la labor social que esto implicaría, Lazo y Dussaillant reunieron a algunos familiares y amigos y comenzaron a entrenar domingo por medio, fundando así Tarucas.

Lo que para algunos podría parecer una práctica inusual que se distancia de la costumbre de separar a deportistas con y sin discapacidad, con el tiempo se convirtió en un espacio donde jugadores provenientes de distintas disciplinas encontraron un lugar que los acogía. Recintos deportivos como el Estadio San Carlos de Apoquindo, Stade Francais en Santiago y el Estadio Carlos Dittborn en Arica, comenzaron a albergar prácticas mixtas de rugby, hockey y escalada sin distinción. En la actualidad, hay equipos en crecimiento en distintas regiones a lo largo del país y se han realizado dos Campeonatos Nacionales con este enfoque deportivo.

Además, cualquier deporte puede acudir al Mixed Ability para su práctica y la composición entre personas con y sin discapacidad debe ser equitativa. Según la guía de iniciación de IMAS, no es que se adapte el ejercicio ni se creen regulaciones diferentes, sino que “se juega acorde a las mismas reglas que las que presenta la disciplina convencional”, y solo realizan ajustes menores que tengan en cuenta las necesidades individuales de los participantes. Por ejemplo, en relación a respetar los tiempos en que cada persona se acostumbra a un deporte de contacto como el rugby.

Para los impulsores de esta técnica deportiva, la idea de hacer equipos mixtos en que las personas puedan competir bajo los mismos estándares es “democratizar la participación deportiva a nivel mundial, reafirmando el derecho de cada persona a inscribirse en deportes comunitarios sin ser separada, clasificada o etiquetada», comunica a través de un informe el equipo de IMAS, apoyado por la organización Mixed Ability Rugby for All (MIXAR) y el programa Erasmus de la Unión Europea.

Esto responde a lo que Salomón Gutierrez, profesor de Educación Física y cofundador de Sporting Arica, equipo de rugby Mixed Ability, define como un enfoque de derechos, que se basa en garantizar la integración social a través del deporte: “Todos tenemos derecho a participar y lo hacemos. Yo puedo ir a un club que me interese en cualquier momento, pero una persona en situación de discapacidad no necesariamente porque el equipo a lo mejor no está preparado para recibirla, y ahí entra el Mixed Ability». Sobre esta técnica, Fernandez agrega: “Es lo que entendemos por una verdadera inclusión”.

Superar barreras más allá de las deportivas

Facundo Loyola corre por el pasto del Complejo Deportivo de la Universidad Católica usando una polera azul del equipo Sporting Arica, que lleva el número uno. Facundo, de cuatro años, nació con hemihipertrofia, una condición poco común que causa el sobrecrecimiento de órganos o extremidades de un lado del cuerpo, en su caso, de la pierna izquierda. Llegó al equipo de Mixed Ability por recomendación de un kinesiólogo de la Teletón aficionado al rugby, que le comentó de esta agrupación a su mamá, Andrea Zepeda.

“Como el rugby es un deporte de alto contacto, tenía desconfianza.  Yo decía ‘no, rugby no, es muy fuerte’, pero una vez que lo llevé, la experiencia fue totalmente distinta”, confiesa Andrea. “Lo ayuda a controlar su fuerza y a ocupar su energía. También ha sido una terapia para poder compartir con otros niños y responder a diferentes estímulos dentro de los entrenamientos. Ha aprendido a enfocarse en el juego y eso ha sido un gran avance para él”, agrega.

Al ser testigos de su experiencia, sus hermanos Cristóbal y Agustín quisieron sumarse al equipo y también lucen sus propias camisetas con los números 16 y 10 respectivamente. Hoy en día, el Mixed Ability que unió a Andrea y sus hijos en el deporte, los ha llevado a viajar más de 2000 kilómetros desde Arica a Santiago para conocer a más personas que practican la metodología deportiva.

Andrea no es la única que se acercaba con cautela a la novedosa técnica. Pedro Mella, jugador con síndrome de Down, cuenta que cuando conoció el rugby Mixed Ability mediante Tarucas le daba miedo el tacle, movimiento utilizado en los deportes de contacto para derribar o detener al rival y obtener el balón. Aun así, da cuenta de sus avances: “Con el tiempo lo fui superando, y lo hice, con todos mis amigos que me apoyan”. Posteriormente ha explorado otros deportes, como trekking, karate y ciclismo. Además, le gusta la comunicación y suele participar de entrevistas y presentaciones del club a potenciales sponsors.

Pedro comparte su experiencia desde el patio de una casa en la comuna de Las Condes, donde funciona la “Tarucasa”, una sede comunitaria para que los jugadores del equipo de Mixed Ability puedan entrenar, trabajar, estudiar o simplemente compartir. En medio del pasto y palmeras que crecen libremente, hay una zona con máquinas de ejercicio y una parrilla donde se reúnen a celebrar festividades cuando no se hace deporte.

Cuando Pedro se hizo miembro de Tarucas aún asistía al colegio. Tras la pandemia se retomaron las actividades presenciales y él ya era mayor de edad, pero no había podido acceder a una oportunidad educativa superior ni a un puesto laboral que ocupara su tiempo, situación que se repite en otros miembros del equipo.

Mientras Pedro y algunos de sus compañeros preparan el almuerzo y otros juegan PlayStation, Vicente Lazo explica: “Nos dimos cuenta de que muchos de nuestros deportistas se despertaban el lunes y no tenían nada qué hacer en toda la semana, más allá de los días de entrenamiento, entonces nació la idea de tener este espacio”. Debido a la alta concurrencia que ha tenido el lugar, a fines de noviembre del año pasado se mudaron a una sede más grande.

Para Claudia Riveros, psicóloga y coordinadora de salud mental y física de la Fundación ConTrabajo, orientada en mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad intelectual y sus familias a través del empleo, iniciativas como la Tarucasa brindan un apoyo importante en la adaptación de quienes tienen alguna discapacidad. “Las rutinas, no solamente educativas, sino que la organización del tiempo libre, del ocio y la diversión, son esenciales para ir desarrollando ciertas habilidades de forma mucho más especializada y con eso mantener su salud física y también mental”, comenta.

El último Estudio Nacional de la Discapacidad reveló que tanto la población adulta como los niños, niñas y adolescentes en situación de discapacidad, participan en menor medida en actividades asociadas al ejercicio y la recreación durante su tiempo libre, en comparación con las personas sin discapacidad. Respecto al deporte, el porcentaje de la población que presenta alguna condición y que realiza actividad física es de un 63%, cifra menor al 75% de quienes no presentan discapacidad.

Según la psicóloga Riveros, metodologías como el Mixed Ability buscan que, a través de la práctica deportiva y junto con sus beneficios inherentes, las personas desarrollen herramientas sociales que les permitan desenvolverse en otros ambientes y puedan relacionarse, por ejemplo, con posibles compañeros de estudio o trabajo, independiente de si estos presentan discapacidad o no.

“Hoy día en Chile existe un vacío tremendo. Nosotros nos encontramos con una brecha de adultos con discapacidad que salen de un sistema educativo regular o especial que no tienen a dónde ir y que no tienen, además, una formación ajustada a las alternativas actuales para el trabajo”, agrega.

ConTrabajo realizó un estudio del cumplimiento de la Ley 21.015 de Inclusión Laboral que lleva seis años en vigencia, y constató que, hasta mayo de 2023, solo 55.526 contratos de personas con discapacidad se encuentran activos, lo que representa menos de la mitad de los 121.197 contratos registrados cuando entró en vigencia la normativa.

Ricardo López, mánager de Tarucas, ha atravesado múltiples cambios laborales, enfrentando tanto pérdidas como transiciones en su carrera. Completó el diplomado de Habilidades Laborales en la Universidad Andrés Bello —dirigido a jóvenes con necesidades educativas especiales por discapacidad o dificultades de aprendizaje— y desde entonces ha trabajado en el Mall Parque Arauco y en el Banco Edwards en servicios de atención al cliente. Luego de su despido comenzó a trabajar en la Clínica Alemana, en el área de gestión y distribución de insumos, donde dice sentirse “realizado» debido a que allí hace “más cosas que en los trabajos anteriores”. Su hermano y él concuerdan en que su experiencia en el ambiente mixto de Tarucas “ha sido crucial” para su adaptación en el trabajo.

“Que se tenga amigos y que se pueda socializar con personas con y sin discapacidad es esencial, tanto para brindar apoyo a quien se está integrando como también a sus compañeros neurotípicos o sin discapacidad, para que puedan tener estrategias de interacción”, explica Riveros.

Con esto concuerda Daniel Fernández, que creó el primer equipo de metodología Mixed Ability en Argentina a raíz de su experiencia con su hijo, Arturo, que tiene síndrome de Down. El padre cuenta que en gran parte gracias al largo tiempo que lleva su hijo participando en ambientes mixtos a través del deporte, se siente lo suficientemente empoderado para trabajar en un restaurante como mesero y ayudante de cocina, tal como cualquier otro joven de su edad. “Desde el Mixed Ability estamos constantemente buscando oportunidades para incorporar a las personas con discapacidad a la sociedad en igualdad de condiciones”, dice.

Paz Morales (@pazumorales) es estudiante de último semestre de Periodismo en la @fcomuc. Ha participado como productora en @radio.uc y actualmente es ayudante del ramo Narración Escrita de No Ficción, siendo su área de interés el periodismo social, de investigación y datos. Fue miembro del equipo de editores de KMCero el segundo semestre de 2024 y esta es su primera publicación para la revista.