Fotos de Vicente Lasnier.

Shawarma: Las mil y una especias

Los döner kebab, o más conocidos en Chile como shawarma, viajaron desde Turquía, llegaron a Berlín y luego al resto del mundo, para instalarse en las calles de Santiago como una alternativa rápida y al paso. Este recorrido presenta tres opciones para comer shawarmas a la hora de almuerzo.

Por Bernardita Acevedo

Un wrap de masa blanda o pan pita, salsas nostálgicas, verduras y una carne asada que ha dado vueltas por un tiempo, es la descripción de este platillo. Originario de la península de Anatolia, región asiática de Turquía, los shawarma son más conocidos como döner kebab o solo kebab.

Primero, claramente, se popularizó en todo el mundo árabe, y algunos se aventuran a denominarlo como su comida rápida. La influencia del shawarma llegó hacia el resto del planeta por migraciones. A Chile, por ejemplo, la influencia árabe proviene principalmente desde Palestina. Según un estudio de la Fundación Konrad Adenauer, citado por la BBC, se estima que no existe otro lugar fuera del mundo árabe e Israel donde vivan tantos descendientes de palestinos como en Chile.

Pero si se habla de comida, es imposible quedar solamente en la historia. Es necesaria una experiencia empírica, y por eso visitamos tres barrios de Santiago donde hacen shawarmas. Cerca del barrio Lastarria encontramos el solicitado Aljazeera, en el barrio Yungay conocimos una fusión con el curry de india en el Indian Taj Mahal y en el barrio Patronato descubrimos El Majrur.

Shawarma de pollo

Aljazeera, Merced 515
Facebook:
@Aljazeerachile

En el centro de Santiago, la hora de colación es el símil de un taco en Vespucio para los restaurantes cercanos a las oficinas. Aljazeera es un fiel representante de esta situación, porque usualmente las mesas están llenas y hay una pequeña fila esperando su pedido. Para este caso, la elección fue el relleno de pollo.

Llega a la mesa un pan pita enrollado en forma de wrap, cubierto por un papel aluminio para que no se desarme. A primera vista se ve una salsa que baña el pollo, trozos de tomate y unas cuantas hojas verdes, que deja la siempre difícil tarea de identificar si era cilantro o perejil. En cuanto a sabor, la salsa blanca dejaba a su paso un gusto característico de aceite que hace recordar la mayonesa casera.

El pollo da la sensación de estar recalentado, porque la textura es más bien arenosa. Para el costo, solo sirve para pasar el hambre, pero se esperaba más.

La búsqueda recién comienza, pero como recomendación, este lugar ofrece una versión de shawarma al plato, que se ve bastante contundente y llamativa. Puede ser una mejor opción ir más temprano, antes de las dos de la tarde.

Shawarma de cordero

Indian Taj Mahal, Rosas 2749

Justo al frente de la Iglesia San Saturnino en la plaza Yungay, se encuentra este pequeño local llamado Indian Taj Mahal. Consta de un par de mesas pequeñas y una barra que da directo hacia la cocina. En cuanto a la decoración, parece más bien desgastada, pero habla de la cultura. Una gran tela con motivos indios y colores más bien cálidos, morados, anaranjados, cuelga desde una de las paredes del local. La elección de éste local específico, fue por múltiples recomendaciones de cercanos. Este restaurante se sale del concepto árabe y plantea una fusión con la cultura india.

La mujer que nos atendió es de origen Indio y se llama Jaz. Lleva solo un mes en Chile. Comenta que la barrera del idioma no ha sido fácil de saldar, y es por esto que prefiere comunicarse en una mezcla de inglés con hindú. Habla de la comida india con cariño, aludiendo a la cantidad de sabores que existen en sus platillos.

Llega el plato a la mesa y en cuanto a rasgos visuales, se ve una masa con relleno ostentoso y envuelto en papel metálico. Al primer mordisco se nota la diferencia. La fusión india se consigue con la combinación aromática del curry, semillas de cilantro y el apio. Se logran percibir toques de mostaza, salsa ácida y las diversas verduras que acompañan a la carne.

La carne no resalta, pero aporta su distinguido sabor uniéndose de forma sutil. Este platillo trae no solo sabores, si no que recuerdos retratados en especias. Gusta por esa sensación nostálgica.

Recomendación: atrévase a pedir algo más enraizado a la cultura india, ya que seguramente apostará a ganador. También intente ir a la hora de almuerzo, además de aprovechar la situación para conversar con los dueños quienes tienen historias únicas.

Shawarma mixto

El Majrur, Eusebio Lillo 323
Facebook:
@elmajrur

Entre maniquíes, gritos de comerciantes y gente con las manos atiborradas de ropa en el barrio Patronato, se encuentra El Majrur. Este lugar lleva dos años y tres meses funcionando, en los cuales ha sabido traer las raíces Palestinas a Chile.

Issa es el dueño del local y es de origen palestino. Cuenta que se vino a Chile, porque en su país experimentó hostigamiento por parte de la policía israelí y estuvo en prisión reiteradas veces. Hace 26 años mediante el contacto familiar de su hermana, quien vivía en Chile, llegó al país, donde instaló una empresa textil y posteriormente decidió situar un restaurante de comida árabe.

La elección fue pan pita relleno de carne mixta (pollo y vacuno). Mientras se preparaba, llega a la mesa un plato con dos salsas y pitas cortadas. La primera salsa de tonos verdosos se presenta ácida pero fresca, se acopla bien el limón con el cilántro. La que viene después es de tonos claros, da la percepción de mayonesa con ajo, claramente casera.

Llega el shawarma y al probarlo se siente una explosión de sabores. Por una parte, una sorpresa positiva fue el sazonador del vacuno, que deja un entrañable sabor contenido en el clavo de olor. Por otra, esta carne presenta una textura casi crocante y en forma de hilos que con gran sabor marcan el primer gol. Posterior a esto, el aliño del pollo trae recuerdos al garam masala, condimento típico en las comidas orientales. El pepino, el tomate y la lechuga también entraron al juego, dando la frescura necesaria para deleitarse aún más con la mezcla de aliños. Como gran toque final la infaltable salsa, que esta vez deja al ajo como protagonista.

Como comprador se asegura un sabor consistente, que combina frescura, sazón y recuerdos. Pero si busca un toque auténtico siga el pedido de los “paisanos” y escoja aquel que solo contiene vacuno. Totalmente recomendado a la hora de almuerzo, dado lo contundente de los platos.

Sobre la autora: Bernardita Acevedo es estudiante de Periodismo y escribió este artículo como colaboradora de Km Cero. El artículo lo editó Sebastián Zamora en el Taller de Edición en Prensa.