La Isla de Maipú

El 29 de julio de 2016 el concejo Municipal de Maipú rechazó la compra del terreno donde se llevaría a cabo el proyecto Flor del Valle. Éste contempla el traslado de 116 familias del campamento La Isla desde las afueras Maipú hacia el sur de la comuna. Los vecinos del terreno se opusieron a la realización de este proyecto. La iniciativa fue finalmente aprobada y están esperando recibir los fondos del Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu) para comenzar con la construcción.

Texto y fotos por Iñaki Salazar A.

La calle principal del campamento La Isla está llena de escombros, entre los que aparecen las mediaguas de los pobladores. Al final está la casa de Víctor Olea de 42 años, el primer poblador del campamento. Tiene un amplio antejardín, a la izquierda hay una silla y una mesa de colegio además de sillones viejos donde se juntan a conversar Olea, Melania Gonzáles, su esposa, y uno de sus vecinos. A la derecha hay restos de fierro y madera botados. En lugar de puerta tiene una reja de fierros negros. Adentro huele a polvo y humedad.

Maipú es la comuna con más campamentos de la Región Metropolitana, tiene ocho según la fundación Techo, entre los que está el campamento La Isla, que se ubica en la periferia de la comuna y hace trece años sus habitantes están intentando concretar el traslado de sus hogares a otro que les ofrezca mejores condiciones de vida.

Campamento La Isla de Maipú, ubicado en Camino La Rinconada.

Hoy existe la posibilidad de realizar el proyecto Flor del Valle en un terreno ubicado en la calle Flores del Campo, al sur de la comuna de Maipú, donde las familias podrían trasladarse y contaría con las necesidades básicas que ellos reclaman. Sin embargo, los vecinos del terreno se oponen al proyecto argumentando que tienen derecho a la seguridad de su familia.

Para postular al proyecto de viviendas sociales del gobierno hay dos requisitos: las familias deben ahorrar $520.000 y presentar la promesa de compraventa del terreno.

Techo elaboró una comisión interna para reunir los antecedentes y evaluar querellarse contra la Municipalidad de Maipú bajo la Ley Zamudio, ya que consideran que hubo discriminación de parte del municipio y de los vecinos hacia las 116 familias que serán beneficiadas con el proyecto.

El campamento hoy cuenta con acceso a luz en cada una de las casas y reciben un subsidio para pagar la cuenta a fin de mes. Recibir luz ha sido un gran avance para los pobladores, pero ahora se enfocan en obtener otros servicios básicos como el agua y un sistema de alcantarilla.

Bidón de agua que la Municipalidad de Maipú rellena para abastecer el campamento durante una semana.

“Yo cuando llegué traía el agua en bidones y me demoraba una o dos horas para poder traer todo lo que necesitaba, hoy tenemos un sistema de aguas que vienen del municipio y nos rellenan un balde grande y nos dura una semana, pero el agua empieza a estar mala a los tres días. Es lo que hay”, dice Víctor Olea. Melania Gonzáles es habitante de La Isla hace quince años y agrega: “Una de las razones por la que queremos irnos rápido a las viviendas sociales del gobierno, es que al fin vamos a tener una cocina básica y ,sobre todo, un sistema de alcantarillado que nos va a ayudar a eliminar malos olores”.

Para postular al proyecto de viviendas sociales del gobierno hay dos requisitos: las familias deben ahorrar $520.000 y presentar la promesa de compraventa del terreno, con el apoyo de una Entidad Gestora Inmobiliaria Social (EGIS), la cual facilita la comunicación entre el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, la inmobiliaria que construirá el proyecto y el campamento beneficiado. En este caso el rol de EGIS lo cumple la fundación Techo.

El voto del Alcalde fue determinante para el futuro del proyecto Flor del Valle. En una asamblea donde había representantes de Los Bosquinos, del campamento La Isla y de Techo, Christian Vittori votó en contra del proyecto.

En la calle Flores del Campo dentro de la Villa Los Bosquinos, Techo encontró un terreno para la realización del proyecto y firmó el compromiso de compraventa con el dueño. Con esta promesa, la fundación tiene lo necesario para postular a los fondos que entrega el Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu) para elaborar el proyecto Flor del Valle.

“Los fondos entregados por la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere) no eran suficientes, así que el municipio se involucró y nos ayudó a tener lo que nos faltaba a través del Serviu”, dice Juan Cristóbal Beitía, jefe de proyecto en la EGIS.

Los fondos fueron aprobados por la Subdere en agosto de 2015. En diciembre del mismo año Techo se enteró de que ese dinero llevaba seis meses en las arcas municipales. “Cosa muy rara, ya que si tienes los fondos, los usas”, comentó Beitía.

Los temas monetarios por políticas gubernamentales se deben llevar a la tabla de discusión del concejo municipal y el único que lo puede hacer es el alcalde. “Yo pedí una asamblea con el concejo municipal para exigir explicaciones de por qué aún el tema de los recursos no se ha llevado a las tablas de discusión”, dice Beitía. El alcalde Christian Vittori (DC) decidió llevarlo a votación el 29 de julio de 2016.

Antes de la fecha de la votación, Techo organizó una asamblea entre los habitantes de la villa Los Bosquinos y las familias que serán beneficiadas. La asamblea buscaba responder dudas e incertidumbres sobre el proyecto Flor del Valle, pero según los asistentes terminó en insultos y dichos discriminatorios tanto a Beitía como a las familias de La Isla. Tuvieron que abandonar la sala antes de lo previsto y dar por concluida la asamblea.

El resultado de la votación estuvo parejo, cuatro concejales rechazaron la propuesta, cuatro la aceptaron y uno se abstuvo. Esto produjo que el voto del Alcalde fuese determinante para el futuro de Flor del Valle. En una asamblea donde había representantes de Los Bosquinos, del campamento La Isla y de Techo, Vittori votó en contra del proyecto, lo que generó aplausos de una parte de la sala y el rechazo definitivo de realizar la compra del terreno que iba albergar a las familias.

Margarita Vidal, presidenta de la junta de vecinos de la villa Los Bosquinos, representa la oposición de tener este proyecto aledaño a sus hogares. “Nosotros nos enteramos hace no más de tres meses y, desde entonces, la gente comenzó a moverse. Obviamente, porque la gente tiene derecho a vivir segura y eso no es ser discriminador”, comentó al medio The Clinic en agosto de este año. Tras eso no quiso volver a conversar con los medios.

Basura, escombros y animales sueltos se pueden ver por todos lados en el campamento La Isla de Maipú.

El municipio se puso de lado de los Bosquinos haciendo llegar sus argumentos a Beitía. “Dijeron que el proyecto no se podía llevar a cabo por tener diferentes falencias: sólo contempla una entrada y salida, se encuentra lejano a los colegios, al área urbana y al transporte público. Además, me dijeron desde el municipio que estas contra indicaciones podían llegar a formar una especie de gueto”, declara Beitía.

Tras la decisión del concejo municipal de rechazar la compra del terreno, Techo optó por utilizar una segunda vía, que consiste en relacionarse directamente con el Gobierno. Luego de hacer todos los trámites pertinentes, nuevamente el proyecto fue aprobado y actualmente el objetivo es adquirir los fondos necesarios, que ya fueron otorgados una vez. Esta opción Beitía la calificó como “lograrlo por secretaría”, lo que ayudará a que efectivamente La Isla pueda trasladarse y sus habitantes mudarse a viviendas sociales.

El proyecto Flor del Valle que reubicará a las 116 familias del campamento La Isla dentro de Maipú, está aprobado y en trámites, para conseguir los recursos necesarios para iniciar la construcción. El proyecto se ubicará en Francisco del Campo 2.875 y albergará 1.200 metros cuadrados de área verde de uso privado y 1.300 metros cuadrados de área verde de uso público. La vivienda social tendrá 62 metros cuadrados que incluirá 3 dormitorios, un baño y una cocina semi equipada. También tendrá un antejardín privado y un patio junto a un estacionamiento por vivienda.

Sobre el autor: Iñaki Salazar es estudiante de Periodismo y escribió este artículo en el curso Taller de Prensa. El reportaje fue editado por Francisca Wolff en el Taller de Edición en Prensa.