Lorena Parra, Fiscal Regional Oriente:

“La Fiscalía de Género es un gran orgullo para mí”

A poco más de un año en el cargo, la fiscal regional de la Fiscalía Metropolitana Oriente habla sobre los proyectos realizados este año y da un adelanto sobre los que tienen preparados en temas de violencia intrafamiliar y crimen organizado. Además, respecto al panorama delictual del país dice: “Lo que falta es gestión. Tampoco se trata de tener más fiscales o más tecnología si no sabemos lo que queremos ni a dónde vamos. Tenemos que tener un plan de persecución penal”.

Foto por Jozepa Bencina @joze_benchi

Por Constanza Álvarez @__conialvarezvaldes

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Oriunda de Antofagasta, Lorena Andrea Parra Parra creció en las oficinas salitreras María Helena y Pedro de Valdivia. Destaca una vida muy sencilla y de mucho afecto donde, dice, solo importaban los lazos personales.

Inspirada por el ejemplo de gran parte de su familia, desde pequeña quiso estudiar historia o derecho. Se recibió como abogada en marco a la reforma procesal penal y en 2001 comenzó su carrera como abogado asistente en la Fiscalía de Antofagasta, donde estuvo seis meses para luego asumir como fiscal adjunto en Arica. El 2003 fue trasladada como fiscal de drogas a Iquique.

“Fue muy buena escuela la de Antofagasta, Arica e Iquique, yo creo que Iquique sobre todo, porque había mucha variedad de delitos, muchos fenómenos distintos (…) En el norte no solo existen drogas, sino también muchos delitos violentos. Está el tema de los inmigrantes, contrabando de aduanas, harto delito sexual, es mucho más que robos”, dice la fiscal.

Parra llegó a la Fiscalía Oriente en 2004, como fiscal de delitos sexuales en la Fiscalía Local de Ñuñoa. Sin embargo, en 2012 se produjo un “cambio en su carrera”, como describe ella, al ser trasladada a la Fiscalía de Las Condes, donde llevó las investigaciones de causas como las violaciones en el Colegio Apoquindo, los abusos sexuales en el Colegio Dunalastair y el caso en contra el sacerdote John O´Reilly. En 2015 asumió como fiscal jefe de la fiscalía local de Las Condes, cargo que mantuvo hasta el año pasado. Este año, lideró la investigación para el juicio contra el cineasta Nicolás López, por abuso sexual.

¿Cómo ha sido el salto de ser fiscal jefe de una fiscalía local a fiscal regional?

Te voy a ser súper honesta, en realidad nunca fue buscado. Cuando el año pasado surgió el concurso de Fiscal Regional, la gente y mi círculo cercano se empezó a hacer la idea de si me iba a postular o no. Me decían: “Lore, es el momento de jugársela, en la vida hay que asumir desafíos”. Y acá estoy, postulamos, nos fue bien y no me arrepiento. Porque junto a mi equipo tenemos un proyecto. No asumimos un cargo por la autoridad, sino que fue asumir una función porque tenemos un proyecto, un objetivo, un sentido y que ha valido la pena totalmente. Uno no puede olvidarse que somos una institución pública y la gente que viene a la fiscalía a pedir ayuda la pasa mal, vienen a contarte un problema y buscar una solución. Ese robo o ese abuso sexual (destruyó) todo un ecosistema familiar. Entonces uno no puede perder la capacidad de escuchar, de acoger y de ser empático y yo creo que eso lo hemos ido recobrando un poco. Incluso cuando uno no logra la condena esperada, si acogiste y escuchaste a la víctima, igual se va a ir más tranquila a la casa. La peor crítica que se le hace al Ministerio Público es la lejanía y yo creo que eso ha sido un error que hemos pagado y que ha tenido un costo alto. Pero estamos aprendiendo y creo que ya vamos a empezar a transitar por mejor camino.

Durante su discurso ell 12 de agosto ante las Cortes de Apelaciones de Santiago y San Miguel señaló que uno de sus principales proyectos sería la creación de una Fiscalía de Género. ¿Por qué decidió crear este proyecto?

Fue una cosa que surgió como un ideal. En una reunión dijimos: “Ojalá tener una estructura completa, una fiscalía, para investigar fenómenos tan sensibles como la violencia intrafamiliar y los delitos sexuales, un espacio único y más acogedor, con fiscales que quieran trabajar ahí y que entiendan que las víctimas de delitos sexuales y violencia intrafamiliar son mucho más vulnerables, porque están en un círculo del cual no les es fácil salir”. Luego, ese ideal fue tomando forma y sin darnos cuenta se armó un proyecto que hoy tiene a 55 personas trabajando en él, que pusieron el hombro y lo sacaron adelante.

¿Cómo le ha ido a la Fiscalía de Género desde su creación?

Funciona bien, hemos conseguido ya cuatro condenas de presidio perpetuo, dos de perpetuo calificado, además de tener un porcentaje de condena en delitos sexuales que está un poco sobre el 80%, lo cual es un éxito, no por la cifra sino porque se ha logrado llevar a juicio y de probar hechos que son de tan difícil prueba. La Fiscalía de Género es un gran orgullo para mí y creo que aún no le tomamos el peso a lo que hemos creado porque aún es muy joven. Pero yo creo que va a marcar un antes y un después. Estamos con proyectos muy bonitos ahora, vamos a firmar un convenio con el Gobierno Regional que busca atender de forma integral a las víctimas que se retractan en violencia familiar y son de riesgo alto, es decir, que sufrieron lesiones graves, o hay armas involucradas de por medio. Vamos a brindarles una atención jurídica no penal, por ejemplo, tramitarles el divorcio a las que lo necesiten, reubicarlas, ayudar a que terminen sus estudios o realicen cursos y capacitaciones, talleres para sus hijos. Es un proyecto muy bonito porque no se trata de ir a un tribunal, sino que busca mejorar la vida de personas que han sufrido tanto. Claro que son intervenciones caras y tenemos solo 40 cupos anuales que se renuevan y que son para las nueve comunas de la oriente. Pero, con un caso que saquemos adelante, el proyecto ya es un éxito, porque es una persona que va a estar más feliz, que va a poder dormir más tranquila. Además, el proyecto contempla también a los imputados, pero solo a aquellos que puedan ser tratados, que no tengan reincidencias ni condenas previas, porque muchas víctimas nos dicen: “Es el papá de mis hijos, es un buen hombre, es trabajador, solo que cuando consume alcohol se pone violento”. Y cuando uno le pregunta a esa víctima qué quiere, dice: “Lo quiero a él, quiero que él esté bien”. Entonces con este proyecto, además de medir la retractación empíricamente, vamos a formar lideresas, mujeres que han logrado salir de la violencia intrafamiliar.

En cuánto a crimen organizado, ¿tienen algún proyecto parecido?

Estamos tratando de innovar harto, está también el proyecto de crimen organizado que es crear un observatorio dirigido por nosotros, donde participen nuestros analistas y los de las nueve municipalidades, porque la información que tienen las municipalidades es muy rica. La dan los vecinos y el vecino sabe lo que pasa en la casa del lado o en la esquina, entonces con esa información hacemos mucho. La idea es tener una plataforma, un sistema computacional que nos permita hacer inteligencia con toda esa información, también acompañada por un sistema extractor de información de celulares y distintos equipos, conocido como UFED, que permiten determinar qué tipos de delitos se cometen con mayor frecuencia. Si se repiten las placas patentes, donde se cometen, si hay algún patrón, para así poder ir focalizando la investigación. Y la idea también es que las municipalidades puedan acceder a esa información, con todos los resguardos de seguridad y privacidad, para así implementar medidas de prevención. Es un proyecto que une a la Subsecretaría de Prevención del Delito y que además es financiado por las tres comunas con más recursos: Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea, pero en beneficio de las nueve comunas.

Foto por Jozepa Bencina @joze_benchi

¿Qué opina cuando se dice que en Chile no hay justicia y que la delincuencia se ha disparado?

Si uno compara 2022 con un año normal, como casi todo 2019 o 2018, en realidad las cifras son muy parecidas, excepto que ha habido un aumento de los homicidios. Esto tiene que ver con el fenómeno de la migración, la gran explosión de homicidios en Santiago y en el norte es de NN, que son extranjeros no identificados y en muchas ocasiones tampoco podemos identificar a la víctima. Sin embargo, sería súper mezquino quedarnos con ese diagnóstico, especialmente por la rigurosidad con la que tenemos que actuar. Yo creo que tenemos mucho que mejorar. No siempre actuamos con la rigurosidad que tenemos que actuar, debemos capacitarnos, esforzarnos en hacer buenas investigaciones, en dirigir bien a las policías y no ser tan autocomplacientes de decir: “Es que es un fenómeno que viene desde el extranjero” o “Es que las policías no dan abasto” porque el Ministerio Público tiene también harto que mejorar. Tiene que asumir un rol más activo.

¿Qué falta? ¿recursos, personal o tecnología?

Faltan recursos, falta personal y tecnología pero, en realidad, primero falta gestión. Tampoco se trata de tener más fiscales o más tecnología si no sabemos lo que queremos ni a dónde vamos. Tenemos que tener un plan de persecución penal. Entonces, primero hay que ver algo concreto, un dato empíricamente basado y luego ver cómo pretendemos abordarlo desde un plan de criminalidad. Luego de eso uno entra a ver qué necesita, qué hace falta. No es pedir por pedir sino tener un panorama mucho más amplio.

¿Y no sería mejor crear más leyes o aumentar las penas?

Es complejo, a veces pienso que sí y otras veces que no. Yo creo que la solución no es crear nuevos delitos y aumentar o crear más penas, si no tienes lugares para rehabilitar a las personas, si no tienes una política pública detrás. Muchas personas que cometen delitos lo hacen por falta de acceso a educación, porque nadie los contrata o porque es lo único que saben hacer. Entonces creando nuevos delitos y penas estás curando el síntoma, pero no la enfermedad.

Ahora que viene un nuevo Fiscal Nacional, ¿qué cree que necesita el Ministerio Público? ¿cuál sería el perfil ideal del nuevo fiscal?

Creo que tiene que ser una persona técnica, que conozca el sistema y cómo funciona, que conozca el Ministerio Público y cómo funciona el Poder Judicial en la reforma procesal penal. Una persona independiente, es muy importante eso, que tenga la independencia de investigar lo que tenga que investigar y que además tenga claridad en la persecución penal. Que sepa qué delitos nos interesa perseguir a nosotros ¿el hurto al retail o el robo con intimidación a los vecinos de una comuna? Yo espero que sea un fiscal nacional que tenga una política criminal y que diga que los recursos van a estar enfocados en las drogas, en las armas, en los delitos violentos y no en los hurtos.

¿Por qué no quiso postular usted?

No, no es lo mío. Lo mío es estar con la gente, lo operativo. Creo que no sería feliz. Ahora tuve la posibilidad de participar con el fiscal Felipe Cembrano del juicio contra el oncólogo de la Clínica Las Condes. Pude estar con la víctima. Cuando uno es fiscal nacional se aleja de todo eso. Creo que es un tremendo desafío y le deseo toda la suerte a quien salga. Confío en que si llega un fiscal nacional valiente y que tenga una política clara, va a empezar a fluir la cosa.