Luego de dos años de crisis, la sede central de la Universidad del Mar, ubicada en Reñaca, continúa tomada por una decena de estudiantes, para quienes el edificio representa el último recurso para defender sus demandas educacionales y económicas.
Por Bárbara Núñez
El caso más emblemático del lucro en la educación chilena, el de la Universidad del Mar, aún no se cierra. Tras el escándalo que desencadenó su última acreditación –del período 2010–2012, que involucró al expresidente del CNA, Eugenio Díaz–, una seguidilla de acontecimientos terminaron con una fuga masiva de sus alumnos, la mayoría de los cuales hoy mantienen deudas millonarias con la banca.
Con el cierre definitivo del plantel programado para el 31 diciembre de 2014, a comienzos de marzo la exministra de Educación, Carolina Schmidt, firmó un protocolo para transferir a más de 600 alumnos a la Universidad de Playa Ancha. Sin embargo, Patricio Galleguillos, el actual rector de la Universidad del Mar, desconoció el acuerdo, mientras que los estudiantes reclamaron que el convenio solo contemplaba a los actuales alumnos regulares del plantel y no a los más de 15 mil que ya desertaron.
Estas fotografías fueron tomadas en octubre de 2013 con la intención de registrar la vida cotidiana de los alumnos en toma en la sede central de la universidad, ubicada en el balneario de Reñaca.
Sobre la autora: Bárbara Núñez es alumna de tercer año de Periodismo y este foto reportaje es parte de su trabajo en el curso Taller de Fotografía Periodística, dictado por la profesora Consuelo Saavedra.