El 80% de Hermes

Desde la creación del blog El rincón de Hermes, Diego Muñoz pasó casi ocho años escribiendo reseñas de cine cómicas bajo seudónimo, con la voz de un adolescente de 14 años que crítica sin academicismo y se impresiona con las películas que ve. En 2014 decidió revelar su identidad para publicar Flims: el libro, que recopila una selección de sus artículos publicados en la Zona de El Mercurio y en su propio sitio web. Ahora convive con Hermes.
Por Amparo Troncoso.
Diego Muñoz (38) ve en promedio una película al día y su género favorito es el terror. Así lo demuestra el busto de un zombie ubicado sobre la mesa de su escritorio, el póster de El Exorcista colgado en la pared, su colección de Gremlins y la repisa decorada con personajes como Freddy Krueger y Jason. Es licenciado en Lengua y Literatura Inglesa de la Universidad Católica y tiene un diplomado en cine de la misma institución. Vive solo en un departamento en Ñuñoa y tiene una hija de un año.
Diego Muñoz trabajó en el programa Pasiones de TVN desde 2006 hasta diciembre de 2008. Era su primer empleo como guionista. Le pasaban un breve con la información esencial de cada caso y con eso desarrollaba la historia. “Uno siempre le ponía más dramatismo. Si el marido pillaba a su mujer arrancando con el amante uno agregaba una persecución en auto y cebollas así”, cuenta Muñoz. Su primer trabajo fue escribir la historia de un hombre que trabajaba vestido de animal en un supermercado y que pillaba a su mujer con otro hombre comprando en el lugar.

En marzo de 2006, sentado en su cubículo, mientras el director revisaba el guion que él había terminado, Diego abrió su computador y empezó a escribir críticas humorísticas sobre las últimas películas que había visto en el cine: Brokeback Mountain, Munich, King Kong y Sin City. “Son demasiado tontas, pero tengo que hacer algo con esto. ¿Se las mando a mis amigos por correo? No, qué fome si saben que yo las hice”, dice Muñoz que fueron sus ideas en ese momento.
Ese mismo día, se registró en Blogspot, descargó en Google la imagen de un niño, que luego reemplazó por una foto de su infancia, y creó El rincón de Hermes con artículos firmados como Hermes el Sabio, también conocido como Hermes Antonio. El nombre Hermes lo sacó de una figura de la serie animada Futurama y agregó el adjetivo sabio porque el personaje se considera un maestro del cine.
Hermes nació mientras Diego trabajaba como guionista del programa Pasiones.
El propósito del guionista era que los lectores dudaran sobre su edad, ya que escribía como un niño de 14 años, pero agregaba referencias ochenteras y chistes de adultos en sus críticas. Para Muñoz los niños miran el cine con una mirada fresca a diferencia de los críticos, que están contaminados por sus conocimientos previos. “Aunque sea molesto para la mayoría de los críticos, Hermes escribe lo que siente al ver el film. Por eso puede decir: ‘¡esta película es la zorra!’ y no se limita a describirla como ‘una propuesta interesante’”, señala.
Muñoz les recomendó a sus amigos que leyeran El rincón de Hermes, sin que ellos supieran que él era el autor. Quiso mantener su identidad en secreto desde el principio. Tenía su vida como guionista de televisión en paralelo y no le interesaba que la gente se enterara de este hobby.
Hermes en su zona
Diego comenzó con sus críticas de cine a los 15 años, cuando sus padres le regalaron una máquina de escribir. Eran críticas serias y negativas. “Hice todo al revés. Cuando chico escribía como grande y ahora que soy adulto escribo como niño”, dice Muñoz, mientras se acomoda sus anteojos de marco grueso.
Además de trabajar en Pasiones, Muñoz escribía críticas formales de teatro para el sitio web UnaVuelta.com. “Tenía que analizar intelectualmente las obras, cuando a veces lo único que quería decir de ellas era: ‘me aburrí mucho y si usted no sabe de teatro se va a aburrir como ostra’”, cuenta.

El rincón de Hermes se empezó a viralizar y en 2007 le ofrecieron ser columnista de Zona.cl, la versión online del suplemento juvenil del diario El Mercurio. “En una pauta uno de mis colegas me envió el link de El rincón de Hermes. Me encantó de entrada su estilo. Era capaz de dar una opinión informada de manera cómica, a diferencia de la mayoría de los críticos. En su caso el chiste no se comía la profundidad de la reseña”, señala Marcelo Ibáñez, el entonces editor del espacio. Marcelo le escribió un comentario en el blog pidiéndole que se comunicara con él. “No tenía ni mail de contacto cuando Marcelo me invitó a trabajar con ellos. Ahí recién me creé el correo hermeselsabio@gmail.com”, cuenta Diego.
Su primer artículo para la Zona como Hermes fue una crítica a la película El Código Da Vinci, donde confundía los nombres de los actores y añadía anécdotas de ficción que le habían ocurrido a su personaje. Los lectores no comprendieron el humor del nuevo crítico y la reseña generó polémica. De los 270 comentarios que obtuvo en un día, más de 200 fueron de rechazo: “De escribir sabes muy poco y de cine menos. Muy pobre tu crítica con citas erradas a películas” o “¿qué onda contigo pendex? Tienes un grave problema de mezclas de filmes”. Hermes comenzó a escribir críticas más honestas, no sólo con el objetivo de hacer reír y las opiniones positivas en sus siguientes posteos comenzaron a sobrepasar a las negativas.
El editor de la Zona de El Mercurio le dejó un comentario en el blog para invitarlo a escribir en el medio, porque Hermes ni siquiera tenía un mail de contacto.
Los artículos de Hermes El Sabio se transformaron en los más visitados del sitio. Ibáñez era el único del equipo que sabía quién estaba detrás del personaje. Diego Muñoz no asistía a las reuniones de pauta y se comunicaba con su editor a través de correo electrónico. Se conocieron en persona cuando Muñoz comenzó a escribir reportajes firmados con su verdadero nombre.
Cuando se estrenó Los Simpsons: la película, el editor de la Zona le dijo que su crítica parecía escrita por un accionista de Fox, distribuidora de la cinta, y le pidió escribir una segunda crítica más seria, con su verdadero nombre. Así se publicaron las dos miradas en el mismo medio. La reacción de sus seguidores no tardó en llegar. “¡Con Hermes basta y sobra!”, fue uno de los comentarios. “La otra vez se me acercó una estudiante y me dijo que en su clase habían hecho un análisis de esas dos críticas. Nada más épico que eso”, dice Muñoz.
Muñoz se escondía en las funciones de prensa, donde los periodistas pueden ver las películas antes del estreno. Ahí escuchaba a sus colegas que trataban de adivinar quién era Hermes. “Existieron muchas teorías sobre su identidad. Todos los críticos de cine fueron en algún minuto Hermes, el Sabio”, afirma Óscar Salas, editor de Flims: el Libro, publicación que recopila sus críticas.
El rincón de Diego
La Zona cerró en 2010. A Muñoz le avisaron dos días antes. “La falta de auspicios hizo que la página no fuese rentable”, asegura. Ese mismo año se fue de TVN y comenzó a trabajar en Bienvenidos de Canal 13 como guionista de la sección Directo al corazón, que al igual que Pasiones se basa en historias de amor reales. “Siempre supe que de la crítica no iba a vivir. Por eso nunca dejé mi pega como guionista”, afirma Diego.

A cuatro años de la creación de El rincón de Hermes decidió comprar el dominio Flims.cl y trasladarse a su propia página web, que lanzó en 2010. Su plan era hacer un sitio rentable a través de la publicidad. “Yo soñaba con que llegara un auspiciador que me pagara 400 lucas por poner un aviso, pero eso no pasó. Así que decidí renunciar a ese plan y hacer funcionar Flims.cl por gusto. Lamentablemente este es un circo de pobres”, afirma Muñoz. Hoy en día actualiza la página tres veces a la semana con nuevas críticas y la mantiene solo, aunque tuvo en el pasado dos personas que lo ayudaban a renovar el contenido, a los que les pagaba 40 mil pesos de su propio bolsillo.
Óscar Salas, de editorial Dogitía, era fan de las reseñas de Hermes. Ambos se conocieron en 2012 por el crítico de cine Pablo Quintero, un amigo en común. Le gustaba su estilo y le parecía extraño que a esa altura no hubiese publicado un libro. “Detrás de Hermes existía todo un corpus que me parecía lógico plasmar en una publicación. Protagonista, personajes secundarios, tramas entre las críticas y una base muy fuerte de seguidores”, dice Salas. A fines de 2013 le planteó la idea a Muñoz y le pidió que seleccionara 52 reseñas. “Óscar hizo todo. Yo seleccioné mis preferidas, él las busco e hizo la maqueta”, comenta Diego. Flims: el libro se lanzó en octubre de 2014 en la Feria Internacional del Libro de Santiago.

Con la publicación — que en abril pasado lanzó su segunda edición de mil ejemplares — el anonimato se hizo insostenible. Diego necesitaba difundir su obra y para eso debía dar entrevistas en radio y televisión y hacer presentaciones en distintas ferias de libro a lo largo de Chile. “En algún momento discutimos, medio en serio y medio en joda, la posibilidad de que apareciera con una máscara, pero fue imposible seguir ocultando a Diego. La línea que lo separaba de Hermes era cada vez más tenue”, afirma Óscar Salas. El mismo Muñoz reconoce ser el 80% de Hermes, porque con él comparte opiniones y gustos. El otro 20% son anécdotas ficticias.
Asegura que revelar su identidad fue una decisión acertada porque le permitió conectarse más con su público. Además le significó nuevas oportunidades laborales como ser panelista del programa Más te vale de ViaX, dictar talleres de crítica y tener su propio podcast llamado Flimcast, que conduce desde su casa junto a la comediante Paloma Salas. “No pasó lo que más temía: que mis seguidores dijeran que se había perdido el encanto del personaje”, dice Muñoz. Aunque agrega que no faltan los que le dicen que ahora que trabaja en pantalla: “se le subieron los humos a la cabeza”.
Actualmente Diego Muñoz es guionista del área dramática de Canal 13 y se encuentra escribiendo una nueva teleserie nocturna. Mientras no tiene trabajo que adelantar, abre su computador y tuitea en su cuenta @hermeselsabio el veredicto sobre la última película que vio: Mad MaxFury Road: “AAAAAAAAAAAAARGHCTM. La película con más expectativas que vi en mi vida”.
Sobre la autora: Amparo Troncoso es alumna de cuarto año de Periodismo y este perfil es parte de su trabajo en el curso Taller de Prensa impartido por la profesora Gloria Faúndez. El artículo fue editado por Josefina Ortiz como parte de su trabajo en el curso Taller de Edición en Prensa impartido por el profesor Enrique Núñez Mussa.