Dindi Jane: entre dos escenarios
La actriz Geraldine Neary, de la teleserie Preciosas, antes había cantado en musicales, pero este año decidió llevar su voz a otra esfera e incursionó en el trap. Su primer sencillo se llama “Mentirnos” y tiene más de 28 mil visualizaciones en Youtube. En esta entrevista defiende el feminismo en el trap.
Por Fernanda Soto
Geraldine Neary (30) se ve relajada. De buzo rojo, jockey, polera blanca y sin maquillaje, habla sobre uno de los proyectos que la tiene más entusiasmada por estos días, el lanzamiento de su carrera en el trap. Pero Dindi Jane, como se autodenomina, no es cantante de profesión. Luego de estudiar teatro, participó en obras como El cepillo de dientes y teleseries como Matriarcas y Preciosas. Fue en los musicales Happy end y La llamada que Geraldine Neary mostró su talento en el canto.
Sin embargo, su interés por la música viene desde antes. Recuerda, por ejemplo, que, hace un par de años, junto a un grupo de amigos, se juntaba a componer canciones de pop, electrónica y hip-hop. Cuenta también que fue su papá quien la influenció en su gusto por este género. “Lo conozco por él, yendo al colegio. Iba como en tercero básico y en el auto escuchaba Dr. Dre que canta canciones con letras súper hardcore. Eso yo lo encuentro muy admirable de mi papá: nunca nos censuró”, dice.
En agosto de 2018 decidió lanzar su carrera como solista y para eso eligió el trap, género con el que, asegura, expresa una mirada feminista. Hasta la fecha, su sencillo “Mentirnos” tiene 28 mil visualizaciones en Youtube y ya ha colaborado con referentes chilenos del género como Gianluca y Princesa Alba.
— ¿Por qué decidiste empezar a hacer música en este momento?
— Ahora la he mostrado, pero hace mucho tiempo hago música. La primera canción que hice la inventé en 2011, pero son cosas que me guardé para mí. Me juntaba a tocar con amigos, a improvisar, grabar y producir. Siempre con amigos, muy de hobby. Mi carrete favorito era juntarse a hacer música.
— ¿Cómo conociste el trap? ¿Por qué lo elegiste como estilo de música?
— A mí siempre me ha gustado mucho el hip hop, el rap, el pop y hacer coros pegotes. El trap me llegó como a todo el mundo. Sentí que el trap me permitía combinar más géneros, mezclar el rap con el pop, por ejemplo. Además, te permite jugar con las voces, con los efectos. Yo a veces pongo voz masculina y me imagino como un hombre trapero cantando. Te da la libertad de tener varias identidades.
— “Mentirnos” tuvo muchas visitas apenas lo subiste a Youtube. ¿Crees que fue porque eras conocida de antes?
— Sí, todo el rato, porque he salido en la tele. Lo publicité en mi Instagram, pero no mucho. Solo lo compartí en mi historia.
— Igual tienes hartos seguidores en Instagram…
— Sí, desde que hice la teleserie Preciosas empecé a tener más seguidores y también perdí otros tantos, porque mostrándome como soy, a veces a las personas no les gusta. La gente sigue a los de la tele y después cachan que no son como el personaje. Ahora siento que estoy encontrando mi público que no me sigue solo por haber actuado en teleseries.
— Aparte de las teleseries, has actuado en los musicales Happy end y ahora en La llamada. ¿Desde siempre has tenido ese interés por la música?
— Desde muy chica que he cantado, me gustaba y me decían oye, cantas bien. Yo no sé si cantaba tan bien, pero me gustaba hacerlo. Eso sí, mis papás nunca me incentivaron a que cantara, nunca me metieron a clases de canto cuando chica, ni nada. Hasta que una vez me atreví a cantar en el colegio. La primera vez fue para la graduación de octavo. Unos amigos cacharon que cantaba bien y me invitaron a cantar Tears in heaven (Eric Clapton). Yo le quería hacer una sorpresa a mi papá, así que no le conté que iba a cantar y fue bacán: demasiado emocionante. Claro que ahí yo no tenía las habilidades para moverme en el escenario. Salió bonito, pero no faltó la compañera envidiosa que me dijo desafinaste brígido.
“Una de las cosas que me inspiran a hacer trap es el feminismo”, cuenta la cantante.
— ¿Ser actriz te perjudica o beneficia tu carrera musical?
— Yo siento que no me perjudica ser actriz, al contrario: me ayuda mucho, por ejemplo para hacer los videos. Haber estudiado Teatro me sirve también para sentirme cómoda y tranquila en el escenario. Me acuerdo que cuando le abrí a Gianluca en La Fonda Piola del Ninho Índigo estaba muy nerviosa, porque él está más consolidado en el trap y había un público más grande. Ahí me preparé como si fuera a actuar en una obra de teatro, hice todos mis ejercicios de vocalización y estuve una hora antes concentrándome. Trato de usar todas las cosas técnicas que creo que son importantes para las performances, porque a pesar de que la voz sea con autotune, uno igual puede desafinar. Ese fue mi debut oficial.
— ¿Y cómo te sentiste en ese debut?
— Fue bacán, muy especial. La mayoría no me había visto nunca y tampoco se imaginaban lo que podía hacer. Ahí canté como siete temas, tirando letras que tengo guardadas hace mucho tiempo. Fue bacán, porque a la gente le gustó y el público se sabía y cantaba el single “Mentirnos”, que lo había subido a Youtube en agosto.
— ¿Te consideras feminista? ¿Qué opinas sobre la crítica que se le hace al trap por el contenido de las letras que pueden denigrar a la mujer?
— Me considero feminista y creo que sobre todo siendo feminista no le puedes dar el trap a los hombres. Ellos no son dueños de ese estilo, ni de cómo suena. Eso sería machista. Hablar de sexo para mí no es denigrar a la mujer.
— ¿Como feminista, no te hace a pensar: estoy cantando esto y se está luchando, porque se eliminen esas formas de referirse a las mujeres?
— Yo peleo por igualdad entre hombre y mujer en el trabajo, aborto legal y contra todo lo que sea abusar contra la mujer. Pero hablar de sexo de esa forma no creo que se deba prohibir, si al final nosotras también podemos objetivizar a los hombres. Tampoco siento que es la idea empezar a competir.
— ¿Crees que existe la objetivización de la mujer en el trap?
— Yo no encuentro que sea tan así y no me gusta eso de reprimir. Soy feminista, pero no voy a criticar la música de nadie. No vamos a ponernos a censurar y controlar contenido que salga si es real. Cada uno tiene su sexualidad y la vive como quiere. Además, no creo que el género musical esté a la orden de la letra.
— En un entrevista con la revista Ya dijiste que querías ser abogada para ayudar a las mujeres a divorciarse y sacarle plata a los maridos. También que creías que en las teleseries el trato era muy machista.
— Eso de saquémosle la plata a los maridos, lo dije con sentido de humor. No debí haberlo dicho, pero sí que paguen por el trabajo no remunerado que hacen las mujeres como lavar, planchar y cuidar a los niños. En la televisión son súper machistas los personajes de las mujeres. Una de las cosas que me inspiran a hacer trap es el feminismo.
— ¿En qué te inspiras para escribir las canciones?
— Todas son experiencias personales. De hecho yo tomé un taller de autobiografía con Camila Gutiérrez (Joven y Alocada) y eso también me ayudó mucho a entender que entre más honesto, particular y real eres con tu historia, la gente más se identifica.
— ¿Cómo es el proceso de grabación de las canciones?
— Dejo que me ayuden igual, pero tengo muy claro lo que me gusta y lo que no, entonces cuando no me gusta algo soy súper obsesiva y digo que creo que tiene que ser de otra forma. Igual soy como media hueviá. A veces digo una cosa y después es como mmm ya, sí, mejor de la otra forma.
— O sea no te gusta que te digan lo que hay que hacer…
— Ni como actriz ni como cantante me gusta que me digan lo que hay que hacer. Por eso a veces he tenido problemas con los directores, porque están acostumbrados a que las actrices hagan todo lo que ellos dicen. Igual entiendo que hay una jerarquía de trabajo, pero no creo que no haya que cuestionar nada. Los directores imponen su forma de ver lo femenino. Ponte tú, Cristián Campos en la obra Closer me despidió, porque yo le discutí una escena en la que dos mujeres se enfrentan. En la obra en inglés es una escena súper racional, pero la traducción estaba mal hecha: cambiaban cosas que le daban otro sentido a la obra. Originalmente no era machista, pero esta versión resultaba serlo, porque las dos mujeres al hablar eran unas histéricas peleando por un hombre. Entonces yo le dije eso y me despidió.
— ¿Tienes algún(a) referente en el trap?
— Así como una mujer referente no tengo, pero me gusta mucho la Nathy Peluso, porque admiro a las mujeres que cantan fuerte.
— ¿Te gustaría hacer una colaboración con alguien en particular?
— Sí, con el Polimá Westcoast, con la Planta Carnívora. No soy muy quisquillosa y me gustan harto las colaboraciones. Me encanta también que los jóvenes me escriban y me quieran mandar beats. Por ejemplo, cuando toqué por primera vez, al tiro se me acercaron unos cabros que hacían bases de trap y me dijeron: tenemos material que creemos que tú podrías usar. Todo este trabajo también es harta colaboración. La independencia está en escoger a quién quieres pescar, pero yo soy muy abierta, no soy muy quisquillosa, no tengo manager.
— ¿Cuál es tu meta/sueño como cantante?
— Mi sueño es hacer música masiva, alcanzar a mucha gente.
Sobre la autora: Fernanda Soto es estudiante de Periodismo y escribió este artículo como parte de su práctica interna en Km Cero. La entrevista fue editada por la estudiante de Periodismo, Trinidad Rojas.