Su cinta será una de las primeras que cuenta en Chile la historia del estallido social. El largometraje, cuyo teaser se viralizó semanas atrás, estará basado en la vida del empresario chileno Carlos Siri, dueño de la sanguchería más famosa ubicada en la “zona cero” y uno de los 286 locatarios perjudicados con los desmanes del cuadrante.

Por: Almendra Mendez

Edición: María Paz Martínez

Semanas atrás se viralizó en redes sociales el teaser del largometraje “La Fuente”, una de las primeras películas chilenas que retratará el estallido social que ocurrió en el país en 2019. Esta cinta se inspira en aspectos de la historia del empresario chileno Carlos Siri, dueño de Antigua Fuente (ex Fuente Alemana), la sanguchería más famosa ubicada en la “zona cero”, específicamente en Av. Libertador Bernardo O’Higgins 58, a poca distancia de Plaza Italia. 

Su personaje en la ficción será interpretado por el actor Luis Gnecco. Se llama Lucas Barella y encabeza una fuente de soda, a la vez que enfrenta la falta de clientela y la decadencia del barrio donde ha trabajado toda su vida. 

El teaser cada día acumula más visitas — a la fecha lleva más de 12 mil visualizaciones—, mientras que también los cientos de comentarios con opiniones divididas se multiplican en YouTube.

Mientras esos números crecen, una helada mañana de viernes, su director, el periodista Daniel Vivanco, 43 años, corre por las calles de Providencia persiguiendo a su gato Luke, un atigrado naranja, que lo siguió cuando dejó su casa para dirigirse a la cafetería Filippo. En jeans, zapatillas blancas, bufanda de cuadros escoceses verdes y azules y un mechón de pelo blanco sobre su frente, Vivanco tras varios intentos logra atrapar, bajo una banca de cemento, una de las patas del animal. Con alivio, sujeta al felino en sus brazos para regresar a su hogar, encerrarlo y volver al local, donde pide un té. 

Vivanco, fundador en 2010 de VY Films, la productora a cargo del filme, cuenta que la idea de retratar por medio de “La Fuente” la historia de Siri surgió cuando lo vio aparecer en los medios. “En ese momento había una opinión mayoritaria de que la violencia en cierto grado estaba justificada, que el malestar de los chilenos había estallado y que había que aceptarlo porque era lo necesario para hacer los cambios. Entonces ahí Siri destacó como una persona que estaba siendo vulnerada por este proceso y me dije: ‘acá hay una historia que tiene carne, que tiene profundidad’ y fue cuando me acerqué”.

—¿Cómo fueron tus primeros encuentros con él?

—Aquí mismo —señala el sector— porque él practicaba el arte marcial del dominio de la espada. Nos empezamos a juntar y después lo empecé a ir a ver a sus prácticas. Fueron varias conversaciones. Nos hemos juntado un montón de veces. Lo mismo que tú, con una grabadora y con un montón de preguntas. Partiendo desde lo real, los hechos públicos, hasta lo personal y ahí fui construyendo la historia. Pero finalmente no terminó siendo su historia. Eso es importante, lo que finalmente quedó son los hitos históricos pero el resto, toda la parte familiar, es inventado.

—¿Cuál fue la reacción de Siri ante la propuesta de la película?

—En un principio se mostró un poco reticente, no fue fácil convencerlo porque es raro que venga alguien y te diga: ´oye, quiero hacer una película inspirado un poco en ti´.  Pero al comienzo, la idea siempre fue hacer una historia sobre toda la gente de la zona. Y después en el tiempo, a medida que nos fuimos conociendo, me fui dando cuenta que la vida de él, en particular, y su historia era suficiente para una película.

En distintas entrevistas Siri confesó sentir miedo por su negocio familiar luego del 23 de octubre de 2019, cuando turbas de manifestantes amenazaron con saquear su fuente de soda. Esto mismo lo llevó a defenderse personalmente de los ataques. En julio de 2022 quiso ir más allá y presentó una demanda contra el Estado por 1.200 millones de pesos debido a los destrozos y daños, materiales y psicológicos, que sufrió durante el estallido social y los meses posteriores. Sin embargo, el Consejo de Defensa del Estado (CDE) desestimó la acusación al argumentar que la fuerza policial de Carabineros siempre estuvo la “zona cero”. Además, para el consejo hubo locales comerciales que sufrieron más daños y cerraron sus puertas para siempre mientras que la Antigua Fuente continua hasta la fecha funcionando. 

 

El proceso para recaudar fondos  

Cuando Vivanco estudiaba periodismo, ya existían las primeras editoras digitales en los ramos de televisión. Esto coincidió con la transición del cine en celuloide al digital. 

“Como que se abrió una oportunidad, una ventana de hacer cine muy barato. Antes yo lo veía como algo muy lejano, muy difícil de hacer. Pero cuando me di cuenta de que con los computadores domésticos y con una cámara digital se podían hacer cosas, como que se despertó esta hambre, este entusiasmo”, dice.  

Si bien hoy se dedica al cine, para Vivanco, el periodismo fue una escuela que le ha brindado hasta el día de hoy una amplia gama de herramientas. “Los medios de comunicación, el periodismo y lo audiovisual son la razón por la cual yo (me enteré) de la historia de Carlos. Lo que sí es muy importante es la forma en cómo se enmarcan las cosas porque el periodismo y la forma en cómo enfrenta a una historia nunca es una mirada objetiva, siempre construye realidad. Entonces, es muy importante tener muchas miradas, ojalá miradas plurales”, dice.

Vivanco dice que en sus trabajos anteriores —entre los que se cuentan los largometrajes “D7A” (2008), sobre un veinteañero santiaguino apesadumbrado y “El mal trato” (2015) que retrata a un profesor de matemáticas de enseñanza básica oriundo de Pitrufquén en el sur de Chile — no destaca una temática en particular sino más bien una forma de aproximarse como director a la realidad. “Por ejemplo, si yo siento que hay una opinión que predomina en la sociedad, que la mayoría de la gente piensa A, yo creo que hay que tratar de hacer contenido B. En el fondo es como tratar de encontrar las excepciones a la regla y que cuestionen esa norma común”, dice.

Vivanco dice que es precisamente lo que está haciendo con su película “La Fuente”:  parte de la estrategia de la película es enfocarse un poco en el tema del estallido y lo de Carlos. “Pero cuando la persona (vea) la película, no se quedará en el tema del estallido que es el contexto. La crisis que está viviendo el personaje es mucho más grande”, dice. Esto, pues, según adelanta, el personaje ficticio, mientras atraviesa una serie de conflictos personales, debe mantener en secreto una grave enfermedad. 

Vivanco aclara que “los aspectos familiares y la enfermedad del personaje no son un retrato de la vida de Siri, sino más bien una ficción”.

— ¿Has sentido un apoyo positivo desde la publicación del teaser?

—De hecho, lo que más he recibido, por ejemplo, en redes, ha sido negatividad. Si miras, por ejemplo, los posteos en YouTube del teaser y de los videos de la campaña de crowdfunding (financiación colectiva), la mayoría son negativos. Pero eso me da lo mismo, me quedo con lo positivo.

—¿Lo positivo?

—La cantidad de mensajes que he recibido de gente, incluso de quienes ni siquiera ponen plata, pero te mandan un mail diciendo que se le pusieron los pelos de punta viendo el teaser. Que revivieron todo lo que ha pasado y que (es) bueno que (haya) una mirada desde el punto de vista de los que fueron víctimas.

Vivanco cuenta que por estos días “La Fuente” está en proceso de crowdfunding (financiación colectiva) porque busca alcanzar 360 millones de pesos. Quienes donen dinero a la producción podrán recibir desde créditos en la película hasta dos entradas para una función exclusiva.

Vivanco reconoce que nunca ha estado en sus planes que el crowdfunding financie toda la película. Dentro de los 360 millones solo se consideran los gastos de grabación y no de posproducción y distribución. El director planifica grabar en octubre, para coincidir con el aniversario de los cinco años del estallido y luego estrenar en cines locales o también en plataformas. 

“El foco principal es que queremos ser la nueva película del millón de espectadores y por eso me hacen sentido todos los comentarios negativos porque quiere decir que no pasa indiferente”, dice.

 

Almendra Mendez es estudiante de tercer año de periodismo en la FCOM UC. Es la primera vez que publica en un medio.