La región más matea de Chile

La duodécima región logró el mayor crecimiento económico a nivel regional durante 2014, la menor tasa de desempleo, un bajo índice de pobreza y, comparada con otras regiones, la mayor satisfacción de los ciudadanos. Datos que aparecen en uno de los lugares más aislados de Chile y que aún tiene obstáculos para acceder a servicios básicos como salud y educación superior, pero que podría ser un modelo para el resto del país.
Por María Paz Baghetti O.
Es la zona más austral y de mayor superficie en Chile. Sigue a Aysén como la segunda región menos poblada del país con 163.748 habitantes y mantiene una temperatura promedio de 9ºC anuales. En sus pampas y campos de hielo el sol rara vez aparece. Estos factores no han sido limitantes para posicionar a la Región de Magallanes y la Antártica Chilena como líder en mediciones económicas, laborales y sociales que realizan instituciones como el Banco Central y el Instituto Nacional de Estadísticas, además de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional.
Crecimiento sostenido
Desde 2012 el Indicador de Actividad Económica Regional (INACER) ha calificado a la Región de Magallanes y la Antártica Chilena en alguno de los dos primeros lugares de crecimiento económico anual, que se define como el aumento de la renta o valor de bienes y servicios finales producidos por una economía, ya sea a nivel nacional o regional. Durante 2014 la zona más austral del país registró una tasa de crecimiento de 8,1%, convirtiéndose en el territorio líder en Chile en avance económico después de la Región Metropolitana.
La extracción de carbón en la región ha llevado al país a depender menos de la importación del mineral.
Según el seremi de Economía de la región, Paul Gnadt, estas cifras se deben al desarrollo de las principales actividades económicas de Magallanes y la Antártica, especialmente la extracción minera de carbón. En 2013 empezaron las operaciones de la nueva Mina Invierno en Isla Riesco, hasta ese momento el 96% del carbón que se utilizaba en Chile era importado. Con la llegada de este yacimiento el objetivo en curso es disminuir en el largo plazo la importación en un 30%, lo que equivale a cerca seis millones de toneladas de carbón.
Desempleo y pobreza
Las bajas tasas de desempleo y pobreza contribuyen a consolidar el crecimiento económico de la duodécima región. Según el Banco Central, en 2014 Magallanes tenía la tasa más baja de desocupación de todo Chile. La tasa nacional anual de desempleo fue de 6,33%, mientras que en Magallanes la cifra alcanzó un 2,62%.
En 2014 la tasa nacional anual de desempleo fue de 6,33%, mientras que en Magallanes la cifra alcanzó un 2,62%.
Durante 2014 se crearon siete mil nuevas plazas de empleo, pasando de 75 mil a 82 mil personas con trabajo. Entre las labores que tuvieron mejor desempeño está el servicio doméstico en hogares privados que creció en 2.310 personas. También se sumaron 2.180 nuevos docentes y 1.320 trabajadores del comercio.
Según el seremi del Trabajo, Carlos Abarzúa, la tasa de desocupación femenina, con un 3,6% se posiciona como la menor del país. En parte gracias al programa Más Capaz, que la Secretaría Regional Ministerial ha instalado con el fin de capacitar a mujeres y jóvenes para que se inserten en el mercado laboral. A estos dos grupos se les instruye para ocupar puestos calificados que son necesarios en los sectores: Minería, Transporte, Turismo y Construcción.
La tasa de desocupación femenina en Magallanes es la más baja del país con un 3,6%.
El aumento de plazas de trabajo y la consecuente disminución del desempleo ha influido también en la disminución de la pobreza de la región. Según la última Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional, Casen 2013, el porcentaje de pobreza por ingresos según región posiciona a Magallanes en el segundo lugar de los sectores con mejor situación con un 5,6% después de la Región de Antofagasta que tiene un 4%. Mientras el promedio nacional es de 14,4%.
El ingreso promedio por hogar en Magallanes, corresponde a 1.191 millones de pesos según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), también en segundo lugar luego de Antofagasta con 1.314 millones. Los hogares en la duodécima región cuentan con aproximadamente 300 mil pesos más que los del chileno promedio.

Los más felices
Según la encuesta Casen 2013, la gente que vive en las zonas más extremas de Chile es las más satisfecha con su nivel de vida. Para esta medición se utilizan indicadores de bienestar subjetivo en una escala de satisfacción del 1 al 10, donde se rankean aspectos culturales, la historia personal y la actitud frente a la vida. Magallanes alcanzó el primer lugar con nota 8.0.
Según Gabriel Boric, diputado independiente por esta zona, los valores positivos que tiene la región son su unidad y buena convivencia. “Magallanes todavía es una ciudad integrada, donde compartimos los espacios públicos. Es una zona donde la gente tiene la posibilidad de almorzar en su casa, compartir con la familia y no reina tanta desconfianza. Además hay un sentido de pertenencia muy grande por el aislamiento geográfico, lo que genera mayor unidad”, expresa el parlamentario.
Los temas pendientes: salud y educación
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se encarga de medir el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de las distintas regiones del mundo en tres áreas: riqueza, salud y educación. Si bien Magallanes tiene cifras que superan el promedio nacional en casi todas las aristas relacionadas con salud y educación, hay temas que aún deben fortalecerse.
La región presenta resultados positivos en educación comparados con el promedio nacional en temáticas como analfabetismo. El IDH dice que un 4,9% de la población de la duodécima región es analfabeta, mientras que Aysén es la región con más analfabetismo, donde el 18% de los habitantes no pueden leer ni escribir.
La región cuenta con la mayor tasa nacional de educación parvularia.
Según Casen 2013, la tasa neta de asistencia a la educación superior en Magallanes y la Antártica Chilena es de un 43,1%, que se calcula con el número total de jóvenes de 18 a 24 años que estudian en la educación superior, dividido por la población del mismo tramo etario. Este número posiciona a Magallanes como la segunda región donde más jóvenes, en proporción a la población del lugar, estudian en la educación superior.
En educación parvularia la región cuenta con la mayor tasa nacional. Sin embargo, la duodécima región también presenta falencias en el ámbito educacional. Una de las tareas pendientes es la educación media, donde la tasa de asistencia es de un 72,4%, cifra que la deja bajo el promedio nacional que es de 73,3%.

La Presidenta Michelle Bachelet anunció un Plan Especial para Zonas Extremas que debiese ser llevado a cabo durante su mandato y que pretende incluir un plan específico para la educación. Entre las mejoras que se prometen están una mayor inversión en infraestructura para los establecimientos educacionales y aumentar la oferta educativa técnica-superior, de manera que sea coherente con las demandas del mercado regional. En la cuenta pública del 21 de mayo de 2015 se anunció que se otorgará un fondo de recursos de $3.062.216.050 para mejorar el sistema educacional de la zona.
Respecto a la salud, el último informe oficial del INE indica que desde 2012 la región cuenta con la segunda menor tasa de mortalidad infantil, con 7,1 por cada mil nacidos vivos. Además tiene la tasa de mortalidad materna más baja del país, con cero defunciones. Sin embargo, la mortalidad general es de 6,6 y en 2012 superó en un punto a la tasa nacional. Una de las razones es la escasez de médicos especialistas en las zonas extremas del país. Según el Ministerio de Salud, existe un médico por cada 850 habitantes, mientras la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, recomienda uno por cada 400.
En la zona hay solo tres doctores, todos médicos generales y deben repartirse los turnos de toda la semana entre el CECOSF y el Hospital Naval.
Una de las comunas más afectadas por temas de salud es Puerto Williams. La localidad tiene solo dos establecimientos. El Centro Comunitario de Salud Familiar (CECOSF) y el Hospital Naval. El primero no cuenta con servicio de urgencias y atiende solo de ocho de la mañana a cinco de la tarde. No tiene la implementación necesaria para atender emergencias vitales. En él solo se ven patologías de baja complejidad.
En la zona hay solo tres doctores, todos médicos generales y deben repartirse los turnos de toda la semana entre el CECOSF y el Hospital Naval. Cuando hay pacientes con una patología que requiere evaluación y manejo de un especialista, deben ser derivados a Punta Arenas, por vía aérea; el viaje dura al menos una hora. En estos momentos se encuentra en construcción un hospital que contará con el equipamiento necesario para atender casos de mayor complicación.
Sobre la autora: María Paz Baghetti O. es alumna de último año de Periodismo y este reportaje es parte de su trabajo en el curso Taller Prensa con el profesor Andrés Almeida. El artículo fue editado por Valentina Araya como parte de su trabajo en el curso de Taller de Edición en Prensa con el profesor Enrique Núñez Mussa.